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Los accionistas de Cantábrico negocian el relevo de Fanjul

Los accionistas de Cantábrico y sus bancos asesores negocian un acuerdo, con escasos días de margen, para lograr un presidente que releve a âscar Fanjul de la presidencia de la empresa asturiana. Pero la sustitución de Fanjul, que dejará el puesto la próxima semana en la junta de accionistas, se complica con la decisión del Gobierno de suspender cautelarmente el derecho a voto de EDP y Ferroatlántica. Pedro de Silva es uno de los candidatos.

Los accionistas de referencia de Cantábrico intentan pactar el nombramiento de un presidente para la empresa ante la situación creada por la decisión del Gobierno de suspender cautelarmente el derecho de voto de Ferroatlántica y Electricidade de Portugal (EDP) en la eléctrica asturiana. Y es que esa medida dificulta la llegada de Juan Miguel Villar Mir al cargo ya que no podrá ser consejero de la sociedad. Medios consultados señalan que Pedro de Silva, que permanece en el consejo, se presenta como uno de los candidatos para sustituir a Fanjul. De Silva, que presidió el Principado de Asturias con el PSOE, no vendió su participación en la empresa asturiana en la reciente oferta pública de adquisición (OPA). Sin embargo, la empresa requiere básicamente en su dirección personas ligadas al área eléctrica, ante la crucial etapa que atraviesa el sector.

Además en esta semana se consensúa el nuevo consejo de administración con las limitaciones que ha fijado el Gobierno y que afecta a casi el 80% del capital. Será, por tanto, un órgano condicionado, que sería revisado posteriormente en función de las decisiones definitivas del Gobierno. No obstante, fuentes consultadas han descartado que los estatutos de la empresa asturiana presenten problemas por la celebración de la junta de accionistas; para conseguir quórum sólo es necesario que esté presente el 25% del capital con derecho a voto.

El presidente de Ferroatlántica y de OHL, Juan Miguel Villar Mir, insinuó ayer que la decisión del Ministerio de Economía de bloquear los derechos de voto de los socios de Cantábrico es una medida de represalia del Gobierno español contra Francia como consecuencia de los conflictos económicos que enfrentan a ambos países.

Ferroatlántica lanzó con éxito una OPA sobre la empresa asturiana que contó con el imprescindible apoyo financiero de la alemana EnBW, participada en el 25% por la eléctrica francesa EDF.

Y añadió que estaba muy preocupado por esa suspensión de los derechos políticos de su compañía, aunque precisó que no habían recibido notificación alguna de la Secretaría de Estado de Economía, Energía y Pymes.

No obstante, fuentes de ese departamento subrayaron que la medida fue enviada tanto a las empresas implicadas como a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Villar Mir insistió en que sus servicios de asesoramiento jurídico, que están convencidos de que no les afectan las disposiciones legales que restringen la presencia de capital público extranjero en empresas de sectores liberalizados, están estudiando si recurren contra ella. La actual normativa española prácticamente impide que el Ejecutivo limite el voto de los accionistas con participación pública a priori, ya que es necesario previamente el informe de las inversiones para que el departamento y después el Consejo de Ministros tome una decisión definitiva.

Comunicación a la CE

El comisario de Competencia, Mario Monti, recordó ayer al Gobierno español que si veta los derechos políticos a los accionistas de Cantábrico (Ferroatlántica y Ady-gesinval), deberá comunicarlo a la Comisión Europea.

Monti añadió que "todavía es pronto" para tomar una decisión sobre la reacción del Gobierno español, y destacó que los países miembros sólo pueden tomar medidas de este tipo alegando problemas de seguridad pública, pluralidad de medios o medidas cautelares."Entiendo que la decisión anunciada no es definitiva, pero la futura deberá comunicarse a Bruselas".

 

OHL concentra su crecimiento en el área de concesiones

El grupo Obrascón Huarte Lain (OHL), que ayer celebró junta general de accionistas, concentrará su política de crecimiento en los próximos años en el negocio de las concesiones de transporte. Para facilitar este proceso, ha creado una nueva filial OHL Concesiones, a la que aportará los activos que posee en este campo. Hoy día, el grupo que preside Villar Mir gestiona 590 kilómetros de autopistas, 2.600 atraques para barcos y 6.400 plazas de aparcamiento. Villar Mir explica que el grupo tiene capacidad para afrontar estos planes, ya que la deuda neta total, sin incluir la de las concesiones, al cierre del ejercicio 2000 era de 16.216 millones de pesetas, frente a unos fondos propios de 80.700 millones. El endeudamiento neto ha crecido respecto a 1999 el 31%. Las previsiones de OHL para el próximo trienio apuntan a un crecimiento anual del beneficio neto del 20%. En 2000, la sexta constructora del país ha obtenido un resultado neto atribuible de 12.236 millones de pesetas. Las ventas, que el año pasado se cifraron en 297.000 millones, deberían crecer a un ritmo del 11% anual, según esos planes. Al final del trienio, dos tercios del beneficio antes de impuestos e intereses procederán de negocios ajenos a la construcción nacional. Hoy día, estas actividades sólo aportan un tercio.

La junta aprobó la modificación parcial del sistema de opciones sobre acciones para sus directivos, motivado por el bajo nivel de cotización que ha registrado la acción desde que se implantó este mecanismo. Ayer el título de OHL cerró a 5,70 euros. El nuevo umbral de cotización a partir del cual los directivos tienen derecho a gratificación es de 9,15 euros, frente a los 12 euros vigentes hasta ahora. Juan Miguel Villar Mir aseguró que su empresa no pretende crecer más de tamaño mediante nuevas adquisiciones, salvo pequeñas oportunidades que surjan respecto a empresas altamente especializadas.

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