Aló presenta un plan de bajas para la mitad de sus empleados
La ola de despidos masivos en empresas tecnológicas se ha apuntado ya una víctima en España: Aló Comunicaciones, la filial de la americana RSL COM, ha puesto en marcha un plan de bajas incentivadas para prescindir de 196 de sus 392 empleados. Además de estos despidos, desde noviembre del año pasado otros 52 trabajadores han abandonado la compañía de forma voluntaria.
El director general de Aló, Gilberto Sánchez, ha confirmado que la compañía quiere con esta medida "reducir gastos" mientras el equipo directivo cierra la compra de la firma a la matriz y busca socios que aporten capital. "No pretendemos hacer ningún cambio en el negocio, simplemente reestructuramos las actividades para asegurar la continuidad del proyecto. Sólo vamos a restringir gastos y analizar con lupa las inversiones".
Centro de I+D
Una de las principales inversiones que Aló congelará en España es el centro de I+D que había proyectado en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), donde había anunciado una inversión de 1.000 millones de pesetas. Durante el último año más de 20 técnicos han trabajado en el germen de lo que se quería convertir en un gran centro de investigación y desarrollo. No obstante, el director de la compañía asegura que el proyecto del PTA no ha sido totalmente desechado: "Seguirá adelante, ha superado las pruebas a las que ahora sometemos nuestras inversiones".
Sánchez atribuye el difícil estado en el que se encuentra Aló a la crisis que atraviesa el sector tecnológico y, en particular, a la situación de la matriz "que, al no poder acudir a los mercados de capitales para encontrar financiación, ha optado por la venta de activos".
Aló fue fundada en diciembre de 1997 y comenzó la actividad en mayo del año siguiente ofertando voz, datos e Internet. En este tiempo ha creado 19 delegaciones comerciales y el año pasado cerró con una facturación de 8.300 millones y 570.000 empleados, según los datos aportados por la compañía.