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Las rurales aceleran su renovación para ganar competitividad

Las cajas rurales quieren abrir una nueva etapa para ganar peso. Y para ello han decidido acometer una reorganización interna tanto de la asociación, que agrupa a 79 rurales, como de las sociedades participadas. Las fusiones, como vía para crecer, ya han empezado en Andalucía y Aragón. Y también se han iniciado acercamientos más serios entre las rurales valencianas.

La renovación no tocaba hasta dentro de dos años. Pero las 79 cajas rurales del Grupo Caja Rural han decidido, voluntariamente, romper la legislatura y acometer una profunda reforma en los órganos de representación tanto de la asociación, como de las tres sociedades participadas por el grupo: el brazo financiero, que es el Banco Cooperativo, la aseguradora RGA y la empresa tecnológica Rural Sistemas Informáticos (RSI).

Las propias rurales, que gestionan cinco billones de pesetas en activos, reconocen su necesidad de explorar nuevas fórmulas para ganar tamaño. Esta exigencia avivó hace meses el debate sobre la renovación.

De fondo, las cajas rurales de menor tamaño empezaron a reclamar una mayor representatividad en cada sociedad del grupo y en la asociación. Al final, ha habido acuerdo. Todos los representantes dimitieron en febrero de forma voluntaria y ahora la asociación y el Banco Cooperativo ya se han renovado. Este mes RSI y RGA harán lo mismo.

El peso andaluz

Al frente de la asociación está Antonio Luis Romero, presidente de la Caja Rural de Granada y, como vicepresidente, José Cantavella, que preside la Caja Rural Credicoop (de Castellón). Mientras que en la presidencia del banco ha sido designado José Luis García Palacios, presidente de la Caja Rural del Sur, formada por las de Huelva y Sevilla, en plena fusión.

Es evidente, pues, el peso de las rurales andaluzas en las dos principales entidades del grupo. Y hasta ahora han demostrado ser claramente partidarias de las fusiones. Como ejemplo, Caja Rural del Sur y Cajamar, creada por la unión de las rurales de Almería y Málaga.

Con la renovación, las rurales de menor tamaño ganan representatividad. El sistema de votación ha cambiado para hacerse más abierto y ahora se organiza en cuatro coaliciones. Cada una agrupa a varias entidades, con lo que todas tienen voz. En la coalición más numerosa se han unido todas las rurales de la Comunidad Valenciana que, con 42 entidades, representan el 52% del grupo.

"Esta nueva etapa será de asentamiento", augura el nuevo presidente del Banco Cooperativo, José Luis García Palacios, que ya ocupó este cargo en un momento más complicado, cuando el Grupo Caja Rural acababa de nacer, hace 11 años. Las fusiones planean sobre esta nueva andadura. "Lo que está claro es que si se gana tamaño y se reduce el número de rurales, se alcanzan economías de escala beneficiosas", señala.

Las rurales temen perder peso y ya han recibido repetidas veces la recomendación del Banco de España para que se unan y puedan ganar tamaño y recortar costes.

Ya hace dos años, las propias rurales encargaron un informe sobre su sector a la consultora McKinsey que también aconsejaba vivamente las fusiones.

Cuatro frentes

Y ahora parece que el mapa de las uniones se anima en los tres frentes abiertos (Andalucía, Aragón y la Comunidad Valenciana). La Rural de Toledo y de Ciudad Real también están en conversaciones. Pero destacan las valencianas; la Rural Credicoop como la de Valencia ya han hablado de acercamiento, aunque discrepan en la forma.

El ex presidente de la asociación de cajas rurales y presidente de la Rural de Valencia, Luis Juárez, quiere liderar este proceso de integración, pese "a los personalismos locales" que lo dificultan, asegura.

Las rurales de Zaragoza y Huesca han iniciado su unión, mientras Granada busca alianzas al margen de Cajamar y de Rural del Sur, abiertas a más adhesiones.

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