Lufthansa cancela el 75% de sus vuelos por la huelga de los pilotos
Convocada la víspera, una huelga de pilotos golpeó ayer duramente a la aerolínea alemana Lufthansa, que tuvo que cancelar tres cuartas partes de sus casi 500 vuelos previstos entre la medianoche del jueves y el mediodía del viernes. 30.000 pasajeros se vieron afectados por el conflicto laboral, según la compañía, que ha adelantado para el lunes una nueva ronda de negociaciones con el sindicato Cockpit.
De no llegar a un acuerdo, los pilotos tienen previsto declararse de nuevo en huelga, esta vez durante 24 horas, el próximo jueves. Cockpit pide un incremento salarial medio del 35%, mientras que Lufthansa hasta ahora sólo ha querido conceder un máximo del 17%.
Con la ayuda de los pilotos no sindicalizados (quienes, sin embargo, suponen tan sólo un 10% de la plantilla) y ex pilotos que ahora trabajan como ejecutivos de la compañía, la compañía apenas pudo garantizar la salida de sus vuelos intercontinentales y unos cuantos trayectos nacionales de Lufthansa, Condor y Lufthansa Cargo. Miles de viajeros tuvieron que optar por el tren, cuyos billetes pagaba la aerolínea.
Analistas financieros calcularon en 20 millones de marcos (1.700 millones de pesetas) las pérdidas para Lufthansa en la jornada de ayer. Pese a ello, la compañía se batió bien en Bolsa, donde incluso subió hasta un 4% por la esperanza de que el lunes se llegue a un acuerdo.
La compañía no quiso adelantar ayer si el lunes presentará una nueva oferta a Cockpit. Una portavoz, sin embargo, se mostró confiada en "una rápida solución, satisfactoria para ambas par-tes". El sindicato prevé "difíciles negociaciones", pero ayer se mostró más conciliador: "Todos sabemos que las exigencias maximalistas no se pueden cumplir", señaló su portavoz, Georg Fon-gern.
Para Lufthansa hay mucho en juego: la aerolínea hoy día tiene que desembolsar casi 900 millones de marcos (76.600 millones de pesetas) en salarios anuales para sus pilotos (sin incluir los planes de pensiones). Por lo tanto, un incremento salarial del 27%, considerado posible por algunos analistas, se reflejaría inmediatamente en la cuenta de resultados. Lufthansa obtuvo el año pasado un beneficio de explotación de 2.000 millones de marcos, 174 millardos de pesetas, un nivel que este año podría no alcanzarse, según advirtió la semana pasada Jürgen Weber, presidente de la compañía.
Las exigencias salariales de los 4.200 pilotos sindicalizados -que arguyen haber renunciado a los incrementos que les correspondían durante el saneamiento de la compañía, en los años noventa- han causado malestar también entre otros empleados de Lufthansa. Así, el personal de tierra este año apenas pudo negociar un aumento salarial del 3,5%.