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Cruce de presiones en la CMT ante la reforma de la interconexión

La inminente reforma de la oferta de interconexión de referencia (OIR) ha desatado las presiones de los dos bloques implicados (los nuevos operadores y Telefónica) que tiran en direcciones contrarias, pero que confluyen en la misma institución, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Los nuevos operadores exigen la rebaja de los precios que pagan a Telefónica por usar su red, mientras que el ex monopolio dice que con las tarifas actuales hay margen suficiente.

La reforma de la oferta de interconexión de referencia está ya encima de la mesa. La CMT quiere aprobar los nuevos precios de interconexión (el peaje que pagan los nuevos operadores a Telefónica por utilizar su red) para 2001 antes de que termine junio. Y aunque todavía no está abierta la consulta pública que recabará la opinión de los afectados, los jugadores del mercado de telefonía fija en España han comenzado a mover ficha.

Los nuevos operadores han puesto en la reforma de la OIR todas sus esperanzas de que la nueva interconexión compense "el desastre que ha supuesto para el sector la modificación del sistema de precios máximos de Telefónica", explican fuentes de los implicados. "Es vital que rebajen las tarifas", añade otra fuente del sector, "porque si no, se acaba la competencia; con la nueva regulación, Telefónica tendrá que bajar los precios de larga distancia un 50% en dos años, así que si no reducen la interconexión, nos echan del mercado, porque no habrá margen para competir".

Con este escenario, las principales exigencias de los competidores de Telefónica son la rebaja de los precios de la interconexión local ("en algunos casos se paga más al ex monopolio de lo que éste cobra al cliente final", afirman) y del tránsito simple, que pesa mucho en el tráfico de los operadores alternativos. Además piden con urgencia descuentos por volumen.

Estas reclamaciones, señalan, beneficiarán a los operadores que han invertido en España y que ya tienen red desplegada.

Como bloque de oposición a estas peticiones se sitúa Telefónica, que también es consciente de lo que se juega. No en vano ha aprendido la lección de su hermana de Chile CTC, que ha entrado en pérdidas por la regulación de los precios de interconexión en ese país.

El ex monopolio sigue manteniendo que, para empezar, los precios de interconexión no están ajustados a costes (tiene denunciada la OIR de 1998 ante la Audiencia Nacional) y que en ningún caso deberían bajar. Un informe interno de la compañía demuestra que el mercado de larga distancia en España es el más atractivo de Europa para los nuevos operadores, por el margen que existe entre las tarifas interprovinciales y los precios de interconexión. A su juicio, los márgenes deberían tender a igualarse y una rebaja de la interconexión sólo abriría más la brecha ya existente.

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