Superávit del 0,2% para los Presupuestos del año 2002
El Ministerio de Hacienda prevé que el próximo año se pueda lograr un superávit presupuestario del 0,2% del PIB para el conjunto de las Administraciones públicas, a pesar del escenario de desaceleración que está produciéndose tanto en la economía española como en la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
El departamento que dirige Cristóbal Montoro ya se ha puesto a diseñar los Presupuestos Generales del Estado para 2002, el primer ejercicio en que se elaborarán en euros, después de que el 1 de enero del próximo año se inicie la puesta en circulación de la moneda única.
Hacienda ha elaborado una orden ministerial que contiene las normas generales para el cálculo de las nuevas cuentas públicas.
La orden, publicada ayer en el BOE, contempla la previsión oficial de lograr un superávit presupuestario del 0,2% del PIB para el conjunto de las Administraciones públicas (Estado, Seguridad Social y Administraciones territoriales), en concordancia con las estimaciones enviadas a Bruselas dentro del Plan de Estabilidad (2000-2004), que fijan un crecimiento medio anual del PIB del 3,2% hasta el año 2004.
Hacienda opta, de esta forma, por mantener su criterio inicial de obtener cuanto antes un superávit fiscal en las cuentas públicas, a pesar de la desaceleración económica, que ya ha obligado al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, a rebajar la previsión de crecimiento económico para este año del 3,6% al 3,2%.
Rato ha tenido también que elevar del 1,2% al 2% el gasto público previsto (en especial el de las comunidades autónomas) para 2001, con el ánimo de dar sustento a un crecimiento del PIB por encima del 3%, en un entorno de creciente pérdida de tono del consumo de las familias.
Hacienda entiende que, no obstante, "ante un contexto internacional no exento de incertidumbres", la política presupuestaria debe ser capaz de generar expectativas satisfactorias de crecimiento y creación de empleo", y la mejor forma para ello es continuar con las directrices marcadas para la estabilidad presupuestaria.
De hecho, la voluntad de Cristóbal Montoro es presionar al resto de socios comunitarios para que no relajen sus objetivos fiscales bajo el pretexto de una coyuntura macroeconómica más débil.
Según Hacienda, la obtención del superávit fiscal en 2002, "desde el equilibrio que se alcanzará en 2001", procederá de la evolución del gasto, continuando la reducción de su peso en el conjunto de la economía, iniciada en años anteriores. La contención del gasto volverá a afectar con mayor rigor al gasto corriente, "lo que permitirá generar de nuevo ahorro público", asunto que ya ha recibido las críticas de los sindicatos, que ven en esta política un pretexto del Gobierno para recortar líneas de financiación básicas para una distribución más equitativa de la renta .
Los Presupuestos Generales del Estado para 2002 incidirán de especial manera en la inversión, "priorizando especialmente las infraestructuras, la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y la formación de capital humano".
La orden señala también que la protección social va a seguir ocupando un lugar principal en las cuentas públicas. Por una parte, a través de la mejora de las prestaciones sociales básicas, y por otra, con el incremento del fondo de reserva que garantiza el futuro de las pensiones, gracias al superávit de la Seguridad Social, que se obtendrá por cuarto año consecutivo.
Hacienda insiste en que la evolución salarial "compatible" con el objetivo de estabilidad de precios (2%) es un factor "decisivo" para atender un fuerte dinamismo en el empleo. De momento, la revisión a la baja del PIB para 2001 generará 60.000 empleos menos este año respecto a 2000, según reconoce el propio Gobierno.
Se inicia la programación plurianual
Los Presupuestos Generales del Estado para 2002 serán los primeros en que se potenciará especialmente la programación a medio plazo como elemento de referencia fundamental. Esta programación, formulada en un escenario plurianual, permitirá, según Hacienda, hacer compatible la senda prevista de compromisos y prioridades de las políticas de gasto con las líneas financieras que posibilitan la consecución de los objetivos de estabilidad presupuestaria en el marco estricto de la disciplina fiscal.
Hasta ahora, la programación plurianual sólo se había utilizado en un escenario de previsiones macroeconómicas ordenadas por Bruselas, como los planes de estabilidad o la distribución de fondos estructurales y de cohesión.
La Dirección General de Presupuestos recogerá hasta el 30 de junio los informes de los diferentes centro gestores de la administración de cada uno de los ministerios y elaborará una propuesta de escenario plurianual para el periodo 2002-2005, partiendo del presupuesto aprobado y compatible con las líneas financieras del programa de estabilidad. La nueva unidad de presupuestación será el euro, redondeando, cuando sea necesario, con dos decimales.