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UN VALOR A EXAMEN

Merrill Lynch prevé una revalorización de ACS del 23,1%

La incertidumbre que rodea a los valores tecnológicos ha hecho que inversores y expertos vuelvan su mirada a las empresas de la vieja economía. Las constructoras son un buen ejemplo del retorno a los valores clásicos.

La revalorización de este sector en la Bolsa española es superior al 20% en lo que va de año y recibe los parabienes de muchas de las principales casas de análisis. Dentro de las empresas constructoras, la preferida de Merrill Lynch es ACS. "Es una de nuestras compañías favoritas en el sector a nivel europeo y presenta una serie de atractivos difíciles de encontrar en este momento", afirma en su último informe.

Tal es la confianza de Merrill Lynch en las posibilidades de la constructora presidida por Florentino Pérez, que ha revisado su recomendación a corto plazo de acumular a comprar, así como su valoración, de 30,3 euros a 38,6 euros (sin contar su participación en Xfera), lo que supone un potencial de revalorización del 23,1% respecto al cierre de ayer.

ACS obtuvo en 2000 un beneficio neto de 120 millones de euros e incrementó sus ventas en un 26%. Merrill Lynch considera que el mejor control del activo circulante de la compañía y la reestructuración de Cobra, su filial de servicios, permitirá a ACS seguir mejorando sus resultados hasta obtener un beneficio neto en 2001 de 152 millones de euros, un 26,7% más que el obtenido el año anterior.

Protección frente al ciclo

La desaceleración económica estadounidense ha traspasado fronteras y ha llegado a Europa. Las constructoras, compañías calificadas de cíclicas porque sus resultados están muy vinculados a la coyuntura económica de cada momento, podrían verse afectados por este enfriamiento.

Sin embargo, Merril Lynch cree que ACS, aunque no es ajena a este riesgo, está bastante protegida porque el Plan de Infraestructuras del Gobierno español, que tiene previsto invertir 119.000 millones de euros durante el periodo 2000-2007 para equipararar las infraestructuras españolas a las del resto de la Unión Europea, asegura importantes retornos a las compañías constructoras. "En el entorno actual, esta protección al ciclo es un activo más", apunta el informe de Merill Lynch. Además de su protección al ciclo económico, otro de los atractivos de esta constructora, según Merrill Lynch, es su precio.

A pesar de que en lo que va de año sus acciones han subido un 24,8%, esta firma de Bolsa cree que ACS todavía cotiza a precios "atractivos", que no se corresponden con unas perspectivas de fuerte crecimiento de beneficios. Merrill Lynch prevé un PER -número de veces que el beneficio por acción está contenido en la cotización- para 2001 de 12,9 veces, inferior a la media de la Bolsa española.

El sector de la construcción en España afronta una última etapa de concentración. "Dado el atractivo mix de negocios y la estructura accionarial, ACS podría ser uno de los participantes en este movimiento corporativo, lo que generaría valor para sus accionistas", señala Merrill Lynch.

Asimismo, ACS no ha querido quedarse rezagada en la carrera tecnológica y participa, con un 22,3%, en Xfera, el consorcio que ha obtenido una de las licencias para explotar la telefonía móvil multimedia (UMTS) en España. Para Merrill Lynch este es un atractivo más de ACS porque aún no se ha descontado de su precio la participación en este consorcio y porque el sentimiento del mercado respecto a las empresas tecnológicas mejorará en el futuro, cuando el flujo de noticias empiece a ser positivo.

Cobra, la división de servicios más importante de ACS (en 2001 representará el 50% del beneficio neto del grupo) ha realizado durante los últimos tres año una importante reorientación estratégica hacia el área de servicios de soporte en los sectores de las telecomunicaciones y la energía. Las ventajas de esta reorientación son claras, según Merrill Lynch, porque proporcionarán a Cobra unas mayores perspectivas de crecimiento de resultados, así como más visibilidad y una mayor rentabilidad.

Florentino y el Real Madrid

No todo son pros en la valoración de ACS, también hay contras. Merrill Lynch destaca como uno de los principales riesgos de la compañía la posibilidad de que su presidente, Florentino Pérez, al que esta firma de Bolsa califica como el "alma máter" de la compañía, vaya delegando sus funciones en la empresa para centrar sus esfuerzos en el Real Madrid.

Junto con el riesgo accionarial (Pérez tiene el 9% de las acciones), Merrill Lynch destaca el riesgo de dilución que podría provocar la política expansiva de ACS. Para financiar las nuevas compras podría recurrir a ampliaciones de capital.

Por último, aunque la participación de ACS en Xfera es uno de sus mayores atractivos, también constituye uno de sus principales inconvenientes. De cómo le vaya en su incursión tecnológica dependerá en buena parte su futuro en Bolsa, y más ahora, que prevé destinar el 40% de su cash flow a este consorcio durante los próximos tres años.

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