Pearson y Bertelsmann bloquean la renovación de Telefónica Media
El deterioro de las relaciones entre Bertelsmann y Pearson está dificultando la reordenación de Telefónica Media. César Alierta asiste con disgusto a los movimientos que ambos grupos europeos realizan (en direcciones encontradas) en el entorno de La Moncloa y entre cuadros de la propia Telefónica, con objeto de encontrar apoyo a sus aspiraciones de control de esta empresa. A ello se suma la acumulación de malos resultados y la falta de perspectivas en Antena 3, Vía Digital y los activos argentinos.
Dos gigantes europeos de la industria multimedia, el británico Pearson y el alemán Bertelsmann, han concluido en desencuentro el viaje de luna de miel que les llevó el año pasado a tomar el control del grupo RTL, empresa en la que integraron sus respectivos negocios audiovisuales.
Al margen de las dificultades que genera en las relaciones internacionales entre ambos gigantes, este desencuentro tiene un efecto particularmente perjudicial en el proceso de reestructuración del grupo de comunicación que posee Telefónica, y que se agrupa en torno a su filial Media.
El presidente de la operadora española, César Alierta, asiste cada día con disgusto creciente a los movimientos que ambos grupos europeos, cada uno por su cuenta y en direcciones encontradas, realizan ante instancias cercanas al presidente del Gobierno, José María Aznar, según explican fuentes conocedoras de la situación.
El objetivo de estos movimientos es recabar el apoyo político para sus aspiraciones de alcanzar el control sobre el imperio mediático de Telefónica.
El presidente de la compañía contempla igualmente con preocupación los acercamientos que, tanto Bertelsmann como Pearson, por separado, realizan con cuadros de alto nivel de la propia Telefónica. Las fuentes citadas señalan que Alierta está incómodo con algunas personas de su equipo que se decantan por alguna de las opciones, cuando él está procurando mantener una posición prudente que le permita decidir en las mejores circunstancias cuando lo considere oportuno.
El presidente de Telefónica insiste en que la compañía ha gastado cifras billonarias en configurar su grupo de medios y no está dispuesto a regalar a nadie su entrada en el capital de Media, indican las fuentes citadas.
La situación de Telefónica Media, además, se ve complicada por los malos resultados y falta de perspectivas que acumulan algunos de los principales activos del grupo, especialmente Antena 3, Vía Digital y los canales de TV de Argentina, Telefé y Canal Azul.
Candidato
Como se recordará, la asociación de Bertelsmann y Pearson a través de RTL se había situado como principal candidato a convertirse en socio de referencia de Telefónica Media. Con este fin, los primeros espadas de los grupos europeos, el alemán Thomas Middelhoff y la británica Marjorie Scardino, se habían entrevistado en Madrid con César Alierta el pasado mes de diciembre. En esos encuentros se alcanzó un consenso para avanzar hacia una fórmula de colaboración en un plazo superior a seis meses.
Por esta fórmula, Telefónica mantendría una participación mayoritaria en el capital de Media, y estudiaría la cesión de la gestión RTL, siempre que éste adquiriera un paquete accionarial significativo en la cabecera del grupo.
La publicación por los medios de comunicación de este plan dejó al descubierto un cierto malestar por parte de La Moncloa, siempre preocupada por la línea editorial que mantienen los programas informativos de los medios de comunicación de Telefónica, y muy en especial de Antena 3.
Previamente a este proceso de negociaciones, Pearson y Bertelsmann habían tomado la decisión de unir a través de RTL las participaciones que, por separado, habían adquirido en Antena 3. Ahora, conjuntamente, controlan el 17,22%, y según una información que no ha sido confirmada, habrían incrementado su parte hasta el 20% hace pocas semanas.
Con el paso de los meses, las relaciones entre Pearson y Bertelsmann se han deteriorado. El desencuentro surgió el pasado mes de febrero como consecuencia de la toma de la mayoría (el 67%) en el capital de RTL por Bertelsmann, que se hizo con el 30% de las acciones que estaban en manos de Groupe Bruxelles Lambert. Este movimiento ha dejado en posición minoritaria a Pearson, que controla el 22% de RTL.
Relaciones frías
El enfriamiento de las relaciones entre los dos gigantes europeos ha tenido un fuerte impacto sobre las perspectivas de ambos en España. Ahora cada una de las empresas por su lado reclama el protagonismo en el proceso de acercamiento a Telefónica Media.
Pearson y su filial española Recoletos habían constatado importantes diferencias de criterio con su socio local Unedisa, editora del diario El Mundo, durante la etapa de entendimiento con Bertelsmann.
Sin embargo, tras el desencuentro con su socio alemán, las tres empresas han recuperado el clima de entendimiento, lo que permite usar en favor de las aspiraciones de Pearson las influencias de Unedisa.
Por su parte, Bertelsmann cuenta con un peso pesado de las finanzas que le asegura la capacidad para defender sus intereses en España. Su hombre es Juan Abelló (al que ha convertido en presidente de RTL), quien ha adquirido un importante protagonismo en todo el proceso.
El presidente prefiere no tocar el organigrama, por ahora
El presidente de Telefónica ha optado por la prudencia a la hora de enfrentarse a las distintas situaciones de crisis que se han declarado en diferentes empresas del grupo. En el caso concreto de Terra Lycos, optó por confirmar a Joaquim Agut en la presidencia, frente a las reivindicaciones del ya ex consejero delegado y fundador de Lycos, Bob Davis.
Ahora, la acumulación de problemas y la falta de soluciones que aquejan a Telefónica Media han puesto en cuestión la gestión de Juan José Nieto como presidente de la filial de medios de comunicación. Su situación se ve además complicada por las diferencias de criterio que mantienen sobre algunos temas el presidente de Telefónica, César Alierta, y el consejero delegado de la compañía, Fernando Abril. Nieto es un hombre de confianza del número dos Telefónica.
El asunto que ha producido un mayor desgaste a la gestión de Nieto es la negativa evolución de Antena 3. La cadena de televisión está aquejada desde hace más de un año por un proceso de pérdida de audiencia, que se ha visto gravemente agudizada desde la primavera del año pasado, coincidiendo con el crecimiento de su directa competidora Tele 5, con la emisión del programa Gran Hermano (propiedad de la filial de Telefónica, Endemol).
Con la llegada de Nieto a la presidencia de Media se produjo un profundo cambio en la dirección de Antena 3, que supuso la salida de quien había sido el hombre clave en el éxito y la decadencia en la anterior etapa, Juan José Díaz.
Los nuevos nombres que Nieto ha puesto al frente de Antena 3, Luis Velo y Manuel Villanueva, piden tiempo para dar la vuelta a la programación. Sin embargo, la cuota de pantalla cae, los resultados económicos se resienten y los nervios se disparan.