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Ayudas de hasta el 75% de la inversión a proyectos en regiones desfavorecidas

Deducciones fiscales, financiación preferente, apoyos a la contratación. Son los instrumentos más frecuentes con los que la Administración trata de estimular el aumento de la capacidad industrial por las grandes empresas y su instalación en las zonas más desfavorecidas económicamente. Son en su mayoría fondos procedentes de la Unión Europea, pero que gestiona la Administración central a través de sus delegaciones territoriales en las distintas comunidades autónomas.

Las grandes empresas, especialmente las de carácter industrial, pueden encontrar distintas líneas de ayudas para acometer sus planes de expansión. La generación de empleo y la localización geográfica del nuevo proyecto son, generalmente, los elementos más valorados desde la Administración para la concesión de estas ayudas.

El apoyo en metálico que suele ofrecerse representa el 50% de la inversión total a realizar, aunque varía de la localización exacta debido a que normalmente son fondos de la Unión Europea para el desarrollo de las regiones más desfavorecidas. Así, en Extremadura las ayudas pueden alcanzar hasta el 75% de la inversión, mientras que en Valencia llegan al 30%.

Un requisito indispensable es que la inversión sea siempre en activos de primera mano, considerándose especialmente todos aquellos que impliquen una modernización tecnológica frente a lo existente en el mercado.

Empleo

El empleo generado deberá tener carácter estable, valorándose la inserción laboral de colectivos considerados hasta hoy como desfavorecidos, básicamente parados de larga duración, mujeres y jóvenes menores de 25 años.

Dentro de un gran proyecto se consideran activos subvencionables todos aquellos adquiridos para la puesta en marcha de la actividad, desde los terrenos hasta el estudio de ingeniería previo al establecimiento de una empresa.

La mayoría de estas líneas de subvención tienen un origen europeo, aunque su gestión depende de la Administración central, actuando siempre como intermediarias las comunidades autónomas. La tramitación de las ayudas es lenta por el gran volumen de dinero que se gestiona, lo que implica como paso previo su solicitud ante la Administración competente antes del inicio del proyecto. Se exige, asimismo, un respaldo económico por parte de la empresa solicitante que asegure la ejecución del proyecto; es decir, una aportación mínima de recursos propios de un 30% del importe de la inversión a realizar.

Alternativas

Estas ayudas se ven sustituidas en algunos casos con otras puestas en marcha por las propias comunidades autónomas, que se encargan de realizar todo el procedimiento previo a la concesión. Esta situación se produce en aquellas zonas que no reúnen los rasgos imprescindibles para ser consideradas por la Unión Europea como desfavorecidas.

La Comunidad Autónoma de Madrid es el caso más representativo. En esta comunidad las grandes empresas industriales sólo podrán acceder a ayudas semejantes a las mencionadas si la inversión supera los 350 millones de pesetas e implica la creación de al menos 30 puestos de trabajo estables.

La mayor parte de las subvenciones destinadas a las grandes empresas son gestionadas a través de las distintas delegaciones territoriales del Ministerio de Economía en las comunidades autónomas. Es en estas delegaciones donde se pueden recoger los impresos de solicitud, realizar la presentación y completar los trámites necesarios hasta la concesión de la ayuda.

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