El Congreso insta al Gobierno a mediar en la crisis de Sintel
Por 287 votos a favor y sólo cuatro abstenciones, el Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a "impulsar con su presencia" el proceso de negociación entre los sindicatos y los actuales propietarios de Sintel, empresa vendida por Telefónica a Mas Canosa en 1996 y que cuatro años después entró en pérdidas.
Izquierda Unida, grupo que promovió la moción, y PSOE aceptaron retirar sus enmiendas si el Partido Popular se comprometía a apoyar la presencia de Telefónica y el Gobierno en la negociación con los representantes de los trabajadores de Sintel.
El portavoz del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte, presentó una enmienda transaccional in voce que finalmente fue aceptada en la noche del martes y que originó un fuerte barullo debido a su falta de concreción.
Suspendida la sesión plenaria durante un cuarto de hora, la presidenta de la Cámara Baja, Luisa Fernanda Rudí, leyó la iniciativa popular, por la que también se compromete al Ejecutivo a buscar "la mejor solución a los trabajadores" de dicha empresa "dentro del marco legal y aplicando los mejores referentes anteriores, a fin de negociar una reestructuración de común acuerdo".
Falta de respuestas
El portavoz socialista en el debate, Antonio Cuevas, estima insuficiente la moción aprobada porque considera que es una respuesta mínima a las demandas de los trabajadores. No obstante, justifica el apoyo de su grupo a la misma por la gravedad de la crisis y la falta de respuestas parlamentarias a la misma.
Antonio Cuevas recuerda que Sintel obtuvo beneficios hasta el año 1999, después de hacer frente a un fuerte descenso en la cartera de pedidos de Telefónica, su principal cliente. Un año antes, el empresario Javier Tallada compró Radiotrónica, dedicada a la misma actividad que Sintel y a la que Telefónica otorgaría contratos millonarios.
Sintel tenía 2.000 trabajadores cuando fue vendida por Telefónica al empresario Mas Canosa; ahora quedan 1.800 y serán reducidos a 600, según el expediente aprobado por el Ministerio de Trabajo.
Su actual propietario, Carlos Gila, fue presidente de la empresa pública Alimentos y Aceites y consejero de Ebro Agrícolas, sociedad en la que han recalado los accionistas más destacados de Radiotrónica.