Jazztel rompe su promesa y empieza a cobrar por establecer la llamada
Jazztel ha cambiado de táctica. Atrás queda la publicidad agresiva que convirtió en seña de identidad eliminar el establecimiento de llamada. Los malos tiempos que corren en el sector han llevado a la compañía a traicionar su mensaje inicial. Desde marzo cobra, como la mayoría, un precio fijo de 15 pesetas por el hecho de iniciar una conexión telefónica. Jazztel reconoce la modificación, pero asegura que sigue siendo la más barata, ya que también desde marzo ha rebajado sus tarifas.
Jazztel ha eliminado una de las señas de identidad con las que pretendió diferenciarse de Telefónica y de Retevisión en el momento de su lanzamiento. Desde el pasado 15 de marzo, la empresa presidida y fundada por Martín Varsavsky ha resucitado el cobro por establecimiento de llamada en las conexiones provinciales, interprovinciales e internacionales para clientes particulares. En el caso de las empresas, éstas pueden elegir dos tipos de ofertas y una de ellas no factura el descuelgue.
Desde la fecha citada, Jazztel cobra una cantidad fija de 15 pesetas por el hecho de que sus clientes logren establecer una conexión telefónica válida, al margen del tiempo que posteriormente consumen. Este cambio de estrategia ha sorprendido al mercado, ya que Jazztel, hace ahora dos años, salió al mercado con una publicidad muy agresiva menospreciando la práctica tarifaria de "cobrar el descuelgue", que Telefónica había mantenido en España durante todo el tiempo que había operado en régimen de monopolio, y que el primer operador alternativo, Retevisión, no había eliminado.
Jazztel, sin embargo, asegura ahora que quien realmente hizo bandera de no cobrar el establecimiento de llamada fue Uni2. El tercer operador salió al mercado con la consigna de romper lo que denominó "herencias" del monopolio y que Retevisión conservó.
Rebaja de precios
El cambio de política, según Jazztel, no impide que siga siendo la compañía con la factura más barata; "mantenemos el compromiso de que si alguien encuentra otra más baja, le devolvemos la diferencia", señalan fuentes oficiales de la compañía. Para compensar la subida que implica el pago por establecimiento de llamadas, la operadora rebajó el mismo 15 de marzo sus tarifas de larga distancia. "La llamada media mantiene su precio, pero hemos cambiado de estrategia porque el mercado ha ido evolucionando. Los dos operadores que lo lideran, Telefónica y Retevisión, cobran la cuota de conexión y diversos estudios nos han demostrado que los clientes particulares tenían dificultades para comparar ofertas tan distintas y no apreciaban la diferencia que suponía eliminar el establecimiento de llamada", argumentan las mismas fuentes.
Con esta justificación, Jazztel ha optado por replicar una estructura similar a la de Telefónica y competir en el precio por minuto, donde los clientes sí aprecian la diferencia.
Para empresas, sin embargo, la compañía ha optado por mantener dos ofertas, una con establecimiento de llamada y otra sin él, ya que los clientes corporativos tienen métodos más sofisticados para hacer las comparativas de precios.
Lo cierto es que la gran mayoría de las operadoras que compiten en el mercado español facturan una cuota de conexión, que oscila entre las 15 y las 10 pesetas. De las grandes, Uni 2 es la única que no lo hace, mientras que BT ofrece las dos posibilidades. La más reciente incorporación a la competencia nacional, la sueca Tele 2, ha incorporado el descuelgue en su oferta de lanzamiento y Aló, cuyo eslogan es que cobra la mitad que Telefónica, sólo incumple su máxima en el precio de este pago fijo.
Son las compañías con menor cuota de mercado las que siguen sin cobrar el establecimiento de llamada, aunque muchas de ellas están a un paso de desaparecer por sus problemas económicos. Sinpletel es una de ellas, al igual que Viatel, cuya supervivencia está en duda desde la semana pasada.
Fuentes del sector explican que este cobro fijo supone también un colchón que se aseguran las compañías para minimizar las pérdidas que ocasionan algunos clientes particulares con consumos muy bajos.
Esta práctica permite, asimismo, conseguir los ingresos necesarios en larga distancia para compensar los menores márgenes que se obtienen en otros servicios, como las llamadas locales o las ofertas de conexión a Internet.