El presidente del eurogrupo reclama a Wim Duisenberg que aclare cuándo deja el BCE
La bajada de los tipos de interés en los Estados Unidos provocó una nueva ola de presiones sobre los responsables de la política monetaria en Europa, tanto por parte de los políticos, de las instituciones económicas internacionales, como por parte del mercado.
El presidente del eurogrupo, el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, pide, en una entrevista que aparecerá hoy en el periódico Boersen-Zeitung, al presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, que aclare en qué fecha abandonará la presidencia de la institución. A su juicio existe una persistente incertidumbre sobre la duración del mandato de Duisenberg, que oficialmente es de ocho años, pero que podría terminar en julio de 2002 en virtud de un acuerdo político de Alemania con Francia. Además, según indica el citado rotativo, Reynders no comparte plenamente la política monetaria ejercida por el BCE en la zona euro y que podría estar frenando las expectativas de crecimiento económico. En sucesivas ocasiones ha insinuado que las tasas de interés deberían ser reducidas en Europa. En este sentido se pronuncia el director general del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler. En una entrevista que publica la revista alemana Capital pide al BCE que emprenda medidas de relajamiento de la política monetaria para reactivar la economía.
"Tipos más bajos ayudarán a recuperar la actividad sin poner en peligro la política de estabilidad de precios pretendida por el BCE", dijo. A su juicio, "aunque el efecto de una bajada limitada de 25 puntos básicos no fuera muy fuerte sobre la actividad, es una señal de que las políticas monetarias en el globo funcionan coordinadamente". Desde que se dieron las primeras señales de agotamiento del crecimiento económico, todos los grandes bancos centrales (norteamericano, japonés y británico) han bajado los tipos y sólo el BCE mantiene su política.
La divisa europea, por su parte, ayer prosiguió con su debilidad y bajó hasta 0,8699 dólares durante la mañana. Pero la decisión de la Reserva Federal de bajar los tipos directores hasta el 4,5%, por debajo de la zona euro que los mantiene en el 4,75%, provocó una fuerte apreciación del euro, que terminó la jornada subiendo hasta 0,8873 dólares por unidad. Los mercados aprovecharon la mayor remuneración de esta moneda.