Las multinacionales eliminan más de 100.000 empleos en 2001
La ola de despidos avanza castigando de lleno y sin contemplaciones a las plantillas de las empresas, sin hacer diferencias por sectores. En lo que va de año, los ajustes de plantilla anunciados por las grandes empresas de todo el mundo afectan a más de 100.000 empleados. Las últimas en sumar su nombre a la larga lista negra han sido la holandesa Philips, que anunció ayer la reducción de su plantilla en unas 7.000 personas; la estadounidense Eastman Kodak, que despedirá a entre 3.000 y 3.500 empleados, y la sueca Ericsson, que esta misma semana anunciará nuevos despidos que afectarán a entre 6.000 y 30.000 empleados.
Tan sólo pocas horas después de conocerse las advertencias de Cisco Systems de que suprimirá 8.500 empleos debido a unas ventas inferiores a lo previsto, trascendió que Philips, Kodak y Ericsson tienen también previsto realizar un draconiano ajuste de sus plantillas debido al galopante deterioro de sus cuentas de resultados.
Aprovechando la presentación de sus resultados trimestrales, que arrojaron una caída del 90% de los beneficios, la holandesa Philips adelantó ayer que reducirá un 3% su plantilla, compuesta en la actualidad por unos 219.000 trabajadores.
La compañía no ha querido revelar en qué países tiene intención de recortar mano de obra y ha preferido aplazar ese anuncio hasta que avance el segundo trimestre del año.
La multinacional holandesa no ha podido aislarse de la tendencia mundial. La crisis de las industrias de informática y telecomunicaciones, que ya afectó a algunas de sus divisiones a finales del año pasado, ha seguido perjudicando a Philips en el primer trimestre del año. En este sentido, las más afectadas han sido las divisiones de componentes y electrónica de consumo, cuyas ventas cayeron un total de 22%, hasta 934 millones de euros (155.404 millones de pesetas), y un 5%, hasta 2.685 millones de euros (446.746 millones de pesetas), respectivamente.
El beneficio neto de Philips se situó en el primer trimestre del año en 106 millones de euros (17.636 millones de pesetas ), lo que representa 0,08 euros por acción, mientras que las ventas cayeron un 1% en el periodo hasta los 8,2 billones de euros.
La reacción a los planes de ajuste de Philips no se hizo esperar. En Francia ya se han dado por aludidos hasta el punto de que el secretario de Industria francés, Christian Pierret, pidió ayer al grupo holandés "concertación y diálogo" antes de tomar una decisión sobre el futuro de su fábrica en Le Mans, que emplea a unas 2.650 personas. Christian Pierre tiene previsto reunirse "próximamente" con directivos de Philips para examinar "todas" las soluciones que permitan mantener la actividad de móviles en Le Mans.
Al igual que Philips, la corporación Eastman Kodak, uno de los principales fabricantes de cámaras y películas fotográficas del mundo, aprovechó ayer para anunciar una caída de un 48% en sus beneficios durante el primer trimestre del año y la inminente supresión de 3.500 empleos, de una plantilla total compuesta por 78.000 trabajadores.
Los beneficios netos de Eastman Kodak fueron de 150 millones de dólares (28.200 millones de pesetas), un poco por encima de lo esperado por la mayoría de analistas del mercado.
"La reestructuración nos permitirá mejorar nuestro negocio y hacerlo más competitivo, al reducir gastos de una forma estratégica y concienzuda", explicó el consejero delegado de Kodak, Daniel Carp. Como consecuencia de su reestructuración y de los despidos, Kodak calcula que tendrá que asumir un cargo extraordinario de entre 375 y 450 millones de dólares (70.500 y 84.600 millones de pesetas), principalmente durante el segundo y tercer trimestre del año.
Por su parte, Texas Instruments anunció que despedirá al 6% de su plantilla, alrededor de 2.500 trabajadores tras presentar un beneficio inferior en un 36% al año anterior en el primer trimestre. Texas ganó 317 millones de dólares, algo menos de 50.000 millones de pesetas.
La compañía ya anunció hace apenas un mes y medio que haría despidos, aunque en aquella ocasión los cifró en 600, cifra que correspondía a los trabajadores de la fábrica de Santa Cruz en California, que planea cerrar.
Temores y especulaciones
Similar situación sucedió ayer con la compañía sueca Ericsson. Según el diario británico Financial Times, la fabricante de equipos de telecomunicaciones aprovechará el anuncio de sus resultados el viernes próximo para oficializar su plan de despidos, que afectará a 6.000 de sus 100.000 empleados.
Esta cifra, según se hacía eco el diario sueco Dagens Industri, podría elevarse a 30.000, en su mayoría trabajadores de la filial en el Reino Unido y de la casa matriz en Suecia.
En estos países, la compañía ya adelantó el mes pasado que reduciría más de 3.200 empleos con el objetivo de ahorrar 2.000 millones de dólares (unos 276.000 millones de pesetas) anuales a partir de 2002. Ericsson ha decidido retirarse de la fabricación de aparatos de móviles, aunque licenciará la marca.
Los sindicatos, contra el cierre de Marks & Spencer
Los sindicatos con representación en la cadena de tiendas Marks & Spencer se reunirán el próximo 25 de abril en Bruselas para coordinar las acciones que se llevarán a cabo en protesta por la decisión de la compañía de cerrar 38 centros en Europa continental, medida que supone la supresión de 4.390 puestos de trabajo.
Según un comunicado emitido ayer por CC OO y UGT, que asistirán por parte de España a esta cumbre sindical europea, entre las medidas que se proponen está la de celebrar una gran manifestación en Londres o Bruselas el próximo 10 de mayo. "El objetivo de estas medidas es forzar a la compañía a retomar su decisión de dejar en la calle a 4.390 trabajadores, de los que 786 son de nuestro país", señalan las dos mayores centrales sindicales españolas en su comunicado.
En la reunión, que se celebrará a petición de la Union Network International (UNI), las centrales pondrán en común las acciones que se están llevando a cabo en los diversos países afectados "con el único objetivo de preservar los puestos de trabajo".
El consejo de administración de la cadena de distribución Marks & Spencer decidió, el pasado 29 de marzo, cerrar todos su negocios en la Europa continental para tratar de eliminar las pérdidas de las operaciones comerciales y recuperar la posición de liderazgo de la compañía en el Reino Unido a través de una mejora de la oferta comercial y de una fuerte reducción de costes.
Desde entonces, las protestas sindicales en los distintos países afectados por tan drástica solución se han ido sucediendo.
La situación ha motivado incluso algún toque de atención de las autoridades comunitarias, bastante críticas con la forma que ha tenido la empresa británica de comunicar los cierres a sus empleados.
Las organizaciones sindicales españolas ya han organizado diversas protestas, e incluso han solicitado al Gobierno del PP que tutele el proceso de cierre de las nueve tiendas que la cadena posee en España.
En concreto, tanto UGT como CC OO reclaman que el Ministerio de Trabajo garantice que la integración de todos los empleos en la o las compañías que compren los centros que el grupo británico ha puesto a la venta en territorio español.