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El temor a la escasez de gasolina dispara el precio del 'brent'

Escasez de gasolina El Instituto Americano del Petróleo cifra los inventarios actuales de gasolina en 192,5 millones de barriles diarios, más de 11 millones de barriles por debajo de los niveles del año pasado. El temor a que una escasez de gasolina dispare los precios en el verano persiste en EE UU, como así sucedió en 2000. La AIE también lo reconoce en su informe: "Las reservas de gasolina en EE UU serán escasas en verano". La AIE critica veladamente la política energética estadounidense. "Los Gobiernos europeos exigen a las industrias que mantengan un mínimo de inventarios. La Administración de EE UU se encarga de garantizar el mínimo estratégico de reservas, pero deja a las empresas decidir su nivel de funcionamiento". Por otra parte, la AIE también destacó que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que produce el 40% de la oferta mundial, volvió a incumplir los recortes que el propio cartel se había fijado para marzo. La producción de la OPEP cayó 120.000 barriles diarios en marzo, hasta los 25,85 millones de barriles, 650.000 barriles diarios por encima del objetivo de marzo, que era de 25,2 millones de barriles al día. La falta de disciplina de la OPEP ha motivado que sus últimas decisiones no hayan tenido una repercusión directa sobre los precios. El cartel decidió el pasado 17 de marzo rebajar su cuota hasta los 24,2 millones de barriles. El acuerdo entró en vigor el 1 de abril; aquel día, en lugar de subir, la cotización del brent se depreció medio dólar por barril. Los efectos de la desaceleración de EE UU se están sintiendo en todas las economías. De hecho, la OCDE rebajó el martes la previsión de crecimiento de la zona euro del 3,1% al 2,7%.   El consumo en España se frenó en 2000

La demanda de productos petrolíferos cerró el año 2000 en España con muestras de cierta desaceleración, registrándose en el mes de diciembre importantes descensos en los principales grupos de productos, destacando el caso del gasóleo de automoción, cuya demanda cayó un 2,2%, mientras hacía tiempo que no registraba descensos interanuales.

No obstante, para el conjunto del año, la tasa de crecimiento continuó siendo positiva, ya que registró un aumento del 0,9%, y todo pese al considerable encarecimiento que han protagonizado todos los derivados del petróleo.

Durante 2000, el precio de la gasolina sin plomo experimentó una subida de 19,80 pesetas el litro, un incremento que se hizo sentir en el bolsillo de los ciudadanos, pero que al mismo tiempo fue inferior al de 24,10 pesetas por litro que se encareció como promedio en el resto de Europa. En cuanto al gasóleo de automoción, la subida de precios en España ascendió a 21,7 pesetas el litro, frente a las 25,3 pesetas de la UE.

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