Eon pierde interés por España tras la compra de la británica Powergen
Con su proyectada oferta pública de adquisición (OPA) de 2,5 billones de pesetas por la cuarta eléctrica británica, Powergen, la energética alemana Eon ha decidido apostar de lleno por el mercado anglosajón, en detrimento de su previo interés por España. Ulrich Hartmann, su presidente, afirmó ayer que Eon sigue "observando en detalle" el mercado ibérico, pero inmediatamente agregó que éste "no causa mayor alegría".
Entre las tres grandes eléctricas alemanas que se interesan por el mercado español -RWE, Eon y EnBW-, desde hace meses es evidente el desasiego que producen los altos precios de las eléctricas hispánicas, la enrevesada normativa bursátil española y los bandazos del Gobierno de José María Aznar. "España no es nada fácil", volvió a resaltar ayer Hartmann, cuya compañía mostró su interés por Iberdrola, según rumores de mercado que nunca fueron confirmados oficialmente.
Todo indica que Hartmann podrá olvidarse de este dolor de cabeza. La OPA anunciada ayer sobre Powergen -que, a su vez, el año pasado había comprado la eléctrica estadounidense LG&E- demandará buena parte de sus esfuerzos y representa una fuerte apuesta por los mercados anglosajones. El directivo dejó en claro que éste es sólo el primer paso para una ulterior expansión en EE UU.
Hartmann, además, subrayó que la OPA por 15,3 millardos de euros (6,9 millardos en deudas, incluidos) supone una valoración "inferior a las más recientes adquisiciones en el Reino Unido y España". De hecho, Eon es-tá dispuesta a pagar 9,9 veces los beneficios de explotación que Po-wergen obtuvo el año pasado.
Energie Baden-Wurttemberg (EnBW), por contra, ha tenido que multiplicar por 26 los beneficios de Cantábrico, en una operación que no le reportará el control del 100% del capital (los accionistas de la eléctrica asturiana decidían ayer si aceptar la oferta o la competidora de EDP y Cajastur).
Cálculos de este tipo condujeron a que las acciones de Eon se dispararan en Bolsa (más de un 6%, en la tarde de ayer), un incremento que contrasta con lo que ha sucedido en otras OPA. También la cotización de Powergen subió más de un 3%. Por cada una de sus acciones, Eon ofrece 765 peniques (12,19 euros o 2.028 pesetas) .
Con una futura capacidad de generación de energía de 323 millardos de kilovatios- hora, la adquisición de Powergen convertirá a Eon en la segunda eléctrica del mundo, por detrás de la francesa æpermil;lectricité de France (EdF, que en 1999 generó 464 millardos de kilovatios hora). Los clientes de electricidad y gas de la reforzada compañía alemana sumarán 30 millones de personas.
La operación aún tendrá que recibir el visto bueno de las autoridades de la competencia europeas, británicas y estadounidenses. Sólo después de lograr esta aprobación -previsiblemente, a finales de año- se podrá presentar la OPA formal. La adquisición se deberá cerrar en 2002.
No sólo para financiar la compra, sino también para evitar roces con las autoridades estadounidenses, Eon a medio plazo -entre "tres y cinco años"- sacará a Bolsa su compañía Degussa, uno de los líderes mundiales en la fabricación de químicos especializados. La filial estadounidense de Powergen, LG&E, también genera buena parte de sus ingresos con la producción química.
Como parte de su estrategia de concentrarse sobre todo en electricidad, gas y, en menor medida, agua, Eon se desprenderá también de empresas como la metalúrgica Klöckner & Co., el fabricante de aluminio Vaw Aluminium y los negocios inmobiliarios de Viterra. Hartmann dio un rango entre 30 y 50 millardos de euros (hasta 8,3 billones de pesetas) para ilustrar los recursos financieros de los que dispone Eon, antes de comprar Powergen.
Bue-na parte de esta formidable caja de guerra proviene de pasadas ventas de participaciones. En enero, Eon ingresó 11,4 millardos de euros por el 45% de las participaciones en la operadora de telefonía Viag Interkom.