Un hospital flotante para los pescadores en alta mar
El ministerio de Trabajo ha invertido 2.990 millones en un buque hospital para atender a miles de pescadores españoles de altura que faenan durante meses en caladeros de todo el mundo.
El Instituto Social de la Marina, dependiente del Ministerio de Trabajo, estrenará el próximo septiembre el Esperanza del Mar, el primer barco fabricado como buque hospital en España. La inversión suma 2.990 millones de pesetas (17,9 millones de euros), y su misión es atender a los pescadores españoles que faenan en caladeros de todo el mundo alejados de la Península.
El nuevo Esperanza del Mar sustituye al que actualmente cubre a los pescadores de los caladeros subsaharianos, que se estrenó como consecuencia de la salida de España de las colonias africanas en los setenta. Pero el anterior era un buque de carga reformado.
El nuevo Esperanza del Mar, que saldrá de los astilleros de Izar de Juliana (Gijón) en septiembre, es más ambicioso, atenderá las emergencias sanitarias de toda la población pescadora española de altura que opera en caladeros de todo el mundo, y ha sido construido desde el principio como buque hospital.
Tendrá capacidad para 17 pacientes simultáneos en la zona hospitalaria y 30 en la sala de náufragos. Serán atendidos por una tripulación compuesta por 38 personas, de las que dos serán médicos, dos ATS y dos celadores.
También habrá buceadores y personal especializado en la asistencia logística de las embarcaciones que lo requieran.
La zona hospitalaria cuenta con equipo de rayos X, quirófano, laboratorio de ensayos clínicos, unidad de quemados, camarotes para infecciosos y enfermos psiquiátricos. La red informática está conectada con el banco de datos del Centro Radio Médico. El buque cuenta también con dos embarcaciones auxiliares para evacuación de enfermos y una tercera dotada de UCI (unidad de cuidados intensivos), así como helipuerto para evacuaciones urgentes.
Con una autonomía de más de 7.000 millas, puede alcanzar una velocidad de crucero de 16,9 nudos. Prestará también servicios a las embarcaciones pesqueras, como el suministro de combustible, de agua potable y de electricidad. Además, puede operar como remolcador.
"Son miles los pescadores que se concentran la mayor parte del año sólo en los caladeros de la zona canario-sahariana a bordo de un mínimo de 100 pesqueros y un máximo de 300 embarcaciones", cuenta Jaime Oliver, presidente de la empresa Oliver Design, que se encarga del diseño arquitectónico del interior del buque.
Este diseño se adapta a las máximas normas de seguridad establecidas para buques de pasajeros. Los camarotes de los enfermos se sitúan en la parte interior del buque, lejos de las zonas de babor y estribor, donde se podrían producir abordajes.
Esta firma bilbaína ha dotado el buque de estancias luminosas y con sentido de espacialidad, ha dispuesto los camarotes en sentido popa-proa, eliminando la sensación de desplazamiento lateral. "Los accesos entre la planta de habitaciones y la sala de curas son fáciles", asegura Oliver.
El banco sahariano
El actual Esperanza del Mar se jubila este mismo año tras más de 18 años de actividad desde 1982. En este tiempo suma 5.347 días de mar, 759.962 millas navegadas, 59.211 atenciones sanitarias, 24.026 consultas radio-médicas y 6.511 asistencias logísticas.
Su origen se remonta a siete años antes, en 1975, cuando se produce la descolonización del Sáhara occidental y la flota que faenaba en el banco canario-sahariano, compuesta por alrededor de 900 buques con unos 12.000 tripulantes, se quedó sin las garantías mínimas necesarias para la atención médica.
Hasta la descolonización del Sáhara occidental, los pescadores recibían cuidados en el puerto de Villa Cisneros (actualmente Dahkla).