El BBVA culmina la fusión con un cambio radical de su organigrama
El BBVA anunció ayer una profunda reestructuración de su organigrama, con la que se da por concluida su integración un año y medio después de su fusión. En la nueva estructura se crea un comité de grupo formado por los dos presidentes, Francisco González y Emilio Ybarra; el consejero delegado, Pedro Luis Uriarte, y tres directores generales que refuerzan sus funciones, José Ignacio Goirigolzarri, Javier Echenique y José Antonio Fernández Rivero. Además se prejubilan 27 altos cargos, cuatro de ellos del comité de dirección.
El BBVA dio ayer por cerrada su integración, tras la aprobación por parte del consejo de administración del banco de una profunda reestructuración de su organigrama. Con ella se ha buscado un equilibrio entre las culturas del BBV y Argentaria y se crea una estructura, consensuada por los presidentes y el consejero delegado, de banco "multinacional", en el que se integran en la alta dirección ejecutivos latinoamericanos, experiencia novedosa en la banca española.
La nueva organización, que se puso en marcha ayer mismo, afecta a los órganos de dirección del grupo, que se simplifican ligeramente. Así, se crean tres direcciones generales del grupo: negocios minoristas, encabezado por José Ignacio Goirigolzarri, que gana poder, al integrar en su área no sólo Latinoamérica, sino la banca minorista en España, pensiones, banca privada y e-banking. Otra dirección general del grupo es la encabezada por Javier Echenique, que deja la banca minorista, pero también refuerza su poder al hacerse cargo del negocio mayorista, área esta que cada día tiene mayor peso en la banca. La otra tercera dirección general, de apoyo a las otras dos, es la de medios, en la que se ha situado al frente a José Antonio Fernández Rivero, hasta ahora responsable de sistemas y operaciones.
Las tres direcciones generales dependen del consejero delegado, Pedro Luis Uriarte, que mantiene su poder en el grupo, aunque con algunos cambios, y cuenta con dos de sus principales hombres de confianza, Goirigolzarri, proveniente del ya desaparecido BBV, y Echenique, también del BBV. Fernández Rivero es el único que proviene de la antigua Argentaria. De Uriar-te también depende directamente la actividad de riesgos, expansión corporativa y desarrollo de negocio -proyecto Cre@: capitalización, rentabilidad, eficiencia y nueva economía-. Con es-tos cambios se ha aprovechado para reforzar el peso del presidente, ya que ha vuelto a tener el control de gestión, como en el modelo americano.
Comité de dirección
Así, a los presidentes les reportarán directamente las funciones de secretaría general y del consejo, asuntos legales, dirección financiera, auditoría, comunicación e imagen, servicio de estudios, cumplimiento normativo, relaciones institucionales y los dos gabinetes técnicos de presidencia.
En esta nueva estructura también se produce un cambio sustancial, puesto que se crea un comité de grupo -denominado ya el G-6-, formado por los dos presidentes, el consejero delegado, y los tres directores generales, que serán los encargados de la estrategia del grupo.
Esta estructura busca el equilibrio entre las dos culturas y se adelanta en el tiempo a la próxima salida de Ybarra del banco, prevista para el próximo mes de marzo, mes en el que presidirá su última junta de accionistas. Así, el BBVA consigue en un tiempo récord la unificación de los dos bancos fusionados y acallar los rumores que pudieran enturbiar la marcha de la entidad.
El banco insiste, además, en que esta nueva estructura ha sido consensuada entre los tres máximos responsables del banco: Francisco González, Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte, que no han querido esperar más tiempo para abordar esta reestructuración, que estaba prevista en un principio para el verano.
Otra novedad de la nueva estructura es la ampliación del comité de dirección, que pasa de 16 a 21 miembros, en la que estarán presentes, como es lógico, los seis miembros del comité de grupo y Julio López (que vuelve a ganar fuerza en el banco), Ignacio Sánchez Asiaín, Vitalino Nafría, Gregorio Villalabeitia, Jesús Asúa, José Carceller, José Sainz, José Fonellosa, José María Abril (que también refuerza su posición), Antonio Ortega, Plañiol, Manuel Méndez, Antonio Cano, Manuel Fernández y José Maldonado.
Con esta estructura se equilibra el peso entre los ejecutivos provenientes del BBV y los de Argentaria, aunque todavía predominan los directivos del BBV (13 del BBV frente a 8 de Argentaria).
Para sustituir a estos segundos niveles el BBVA ha decidido ascender a 10 de sus ejecutivos latinoamericanos, dado el peso en el negocio de Latinoamérica.
Prejubilaciones de 27 altos directivos del banco
Dentro de esta renovación se ha procedido también a la prejubilación de 27 directivos, mayores de 54 años (sólo dos de Argentaria). Entre ellos están cuatro del comité de dirección: Luis Bastida (de gestión de activos y banca privada), José Luis Carranza (de recursos), José Ramón Guerediaga (de banca al por mayor) y Gonzalo Terreros (de expansión corporativa). El resto de los directivos prejubilados son: Claudio Aranzadi, Julio Azkargorta, Ángel Bengoa, Pedro Careaga, Ángel Correa, Manuel Domingo, Valerio Durán, Javier Esparza, Manuel Esteve, Arturo Ganteaume, Julio Gilsanz, Juan Ignacio Giménez, Luis Iturbe Sanz de Madrid, Antonio Mayor, Pedro Mendizábal, Francisco Querejazu, José María Ruiz de Apodaca, Sebastián Ubiría, Josu Ugarte, Carlos Vergara, Benito Vivo Closa, Dieter Werth i Brugger y Manuel Zubiría.