Alemania penalizará a los parados que rechacen ofertas
El Gobierno alemán está dispuesto a seguir reduciendo el desempleo penalizando aquellas situaciones en las que se demuestre falta de interés por el trabajo. El canciller, Gerhard Schröder, advirtió ayer, en declaraciones al diario alemán Bild, que se recortarán las prestaciones por desempleo a aquellos parados que rechacen ofertas de trabajo a pesar de estar en condiciones de reincorporarse al mercado laboral.
"Quien pueda trabajar pero no quiera hacerlo no puede esperar nuestra solidaridad. No hay ningún derecho a la vagancia en nuestra sociedad", dijo el jefe del Gobierno germano.
Schröder hizo hincapié en los éxitos de su Ejecutivo en la lucha contra el paro y recordó que en 2000 se rebajó en un millón de desempleados la cifra de 4,8 millones de parados registrados en el último año de gobierno de Helmut Kohl. Schröder insistió en que al final de la actual legislatura, en 2002, la cifra estará en 3,5 millones de personas sin empleo. El jefe del Ejecutivo alemán considera que se debe aprovechar el papel de las oficinas de empleo como intermediarias entre el parado y las empresas. El canciller aludió así a la iniciativa anunciada el jueves en el Parlamento por el secretario de Estado del Ministerio de Trabajo, Gerd Andres, para que se incentive la reincorporación al mercado laboral de los desempleados.
Acomodo
De acuerdo con este plan, se incrementará el papel de las oficinas de empleo como lugar donde se centralicen nuevas ofertas laborales.
A tono con las advertencias del canciller, Andres avanzó que no se tolerarán casos de personas que se "acomodan" en su condición de parados y, paralelamente, engrosan las filas de la economía sumergida. Las declaraciones del canciller han merecido los elogios del Partido Liberal (FDP). En cambio, el jefe del grupo parlamentario del Partido del Socialismo Democrático (PDS), Roland Claus, advirtió que lo último que puede necesitar un parado y su familia son "acusaciones de vagancia" por parte del canciller.