La UE aprueba 20 'buenas prácticas' para facilitar la adaptación al euro
A tan solo 272 días de la gran fecha, pequeñas empresas y consumidores todavía ignoran numerosos aspectos relacionados con la llegada y el uso de la moneda única. Para paliar esta situación, Bruselas acaba de aprobar un código de 20 buenas prácticas que ayudarán a hacer más fácil la transición al euro.
Pese a las numerosas y costosas campañas de promoción del euro, la mayor parte de los ciudadanos europeos no tiene en mente ni el calendario ni las ventajas de la moneda única. ¿El motivo? Según la última comunicación de la Comisión Europea sobre esta cuestión, la explicación de esta situación está en el propio desinterés de los ciudadanos.
Otro tanto ocurre con las pequeñas y medianas empresas, en general muy poco informadas sobre los efectos de la transición. Así, una de cada tres -son datos de la CE- todavía no se ha hecho cargo de que el 1 de enero de 2002 constituye la fecha límite para el pleno funcionamiento en euros.
Toda esta situación ha llevado a la Comisión Europea a aprobar un documento con 20 buenas prácticas que pretenden facilitar una transición armoniosa a la nueva moneda. "Ninguna de las buenas prácticas descritas es revolucionaria. Pero su aplicación conjunta puede poner aceite en el mecanismo de la compleja y pesada maquinaria del cambio de moneda", explicó Pedro Solbes, comisario europeo de asuntos económicos y monetarios.
Algunas de las prácticas que figuran en el código deben adoptarse antes del 1 de enero de 2002, mientras que otras están pensadas para después de esa fecha. Entre las primeras destaca, por ejemplo, la adopción de medidas para dotar a los pequeños comercios de equipos para calcular las vueltas de los pagos en moneda nacional y euros.
Otra de las propuestas de la CE para poner en práctica durante 2001 es la realización de simulacros de pago en euros "que permitan al consumidor familiarizarse con el pago en la moneda única en un entorno amistoso". Escribir a las pymes recordándoles sus obligaciones, enviar especialistas que expliquen a los comerciantes la transición al euro y autorizar a los empresarios a ofrecer juegos de monedas de euros a su personal son otras de las iniciativas que plantea la Comisión.
Las propuestas de Bruselas para después de 1 de enero de 2002 comienzan por sugerir un aplazamiento de las fechas de las rebajas para evitar así que coincida con la introducción de la moneda.
"Disociar ambas fechas permitiría evitar una mala coincidencia entre el momento de máxima actividad y el de mayores problemas de gestión de cambios", explica la CE. Otra de las medidas sugiere destinar a una o varias personas a informar sobre el euro en los grandes almacenes y poner herramientas de conversión a disposición de los clientes.