La Seguridad Social registra un millón más de empleados que la EPA

El número de cotizantes afiliados a la Seguridad Social experimentó en marzo un fuerte crecimiento de 164.573 personas, el mayor aumento en este mes en los últimos 16 años. Esto ha reactivado al sistema de Seguridad Social, que ha crecido un 4,8% en los pasados 12 meses. El número total de afiliados se elevó a 15.514.507, con lo que batió un nuevo récord histórico. Sin embargo, estos datos contrastan con el resto de indicadores económicos, que detectan una desaceleración de la economía española y mundial.

Las afiliaciones a la Seguridad Social se están recuperando en este primer trimestre del año, después de cerrar el pasado ejercicio con un crecimiento del 4,5%, el menor avance de los pasados tres años. En los pasados 12 meses se han registrado 714.144 nuevos afiliados, con lo que el volumen de cotizantes al sistema ha experimentado un aumento del 4,8%, que se eleva al 6,1% en el régimen general, que agrupa ya a 11.526.966. El conjunto del sistema ha superado la barrera de los 15,5 millones de afiliados.

Pese a esta mejoría, las cifras de crecimiento del sistema quedan aún algo lejos del 5,5% de todo el año 1999 y el 6% de 1998, siendo este último el mejor año de la Seguridad Social.

A la luz de estos datos, la reactivación del sistema ha hecho que ya en marzo se haya cumplido prácticamente la previsión oficial de afiliados a la Seguridad Social para todo el año 2001, que está fijada en 15,6 millones de trabajadores, ya que a 31 de marzo pasado la cifra total de afiliados ascendía a 15.514.507 ocupados.

La recuperación se debe principalmente al fuerte e inesperado incremento del número de cotizantes al sistema registrados en el pasado mes de marzo, cuando se registraron 164.573 nuevos trabajadores, lo que supone el mayor crecimiento experimentado en el mes de marzo en los últimos 16 años (ver gráfico).

Llama la atención, no obstante, que esta buena marcha del empleo en marzo no se recogiera, sin embargo, en el último dato de los contratos registrados en el Inem durante este mes, ya que la contratación cayó un 7%, en comparación con el mismo marzo del año anterior. Igualmente, en 2000 el empleo creció a un ritmo del 4%, por debajo del 4,8% registrado por la afiliación.

El secretario general de Empleo, Juan Chozas, atribuyó esta caída del número de contratos a la incertidumbre generada por la reforma laboral, que aún no había empezado a tener sus efectos, mientras que ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social afirmó todo lo contrario y aseguró que el buen dato de afiliación obedece a los efectos positivos de la recién estrenada reforma laboral.

5.300 cotizantes al día

En cualquier caso, el pasado marzo se incorporaron al registro de cotizantes una media de 5.309 trabajadores al día. Todos los sectores de actividad experimentan incrementos, pero, en particular, el que más aumenta es el de comercio y la hostelería, con 53.953 trabajadores más (2,06%), lo que eleva el número total de afiliados a este sector a 2.672.152 ocupados.

En cuanto a los regímenes especiales, destaca el de autónomos, que tras aumentar 8.855 afiliados, superó por primera vez la barrera de los 2,6 millones de cotizantes (2.604.218).

El resto de los regímenes especiales también creció, excepto el de minería del Carbón, que perdió 53 afiliados. El régimen especial agrario aumentó 977 trabajadores, alcanzando 1.132.402 cotizantes; el de empleadas del hogar creció 1.657, hasta los 155.784 trabajadores, y el del mar registró 1.272 ocupados más, sumando 78.108.

El principal efecto positivo de esta continua mejora de la afiliación es que asegura la sostenibilidad a medio plazo del sistema, ya que, tras los últimos aumentos, hay ya 2,34 cotizantes por cada pensionista, frente al ratio de 2,06 afiliados por cada pensionista existente en 1996. Sin embargo, en marzo persistió el problema, denunciado hasta por el propio Camps el pasado mes, consistente en una práctica fraudulenta de numerosos empresarios -sobre todo de la construcción y cada vez en mayor medida de la industria y algunos servicios- que dan de baja en el registro de la Seguridad Social a sus empleados los viernes y los vuelven a dar de alta los lunes, para ahorrarse así las cotizaciones de los fines de semana. Cuando esto ocurre, muchos de los trabajadores afectados se terminan dando cuenta, en el momento en el que se les rescinde el contrato, de que han cotizado por muchos menos días de los que ellos creían.