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14 años de cárcel para el conductor del camión en el que murieron 58 chinos

El conductor del camión en el que murieron asfixiados 58 inmigrantes chinos en el intento de entrar ilegalmente en la ciudad británica de Dover el año pasado ha sido declarado culpable de homicidio,y sentenciado a una pena de 14 años de prisión.

El tribunal de Maidstone, en el condado de Kent (al sureste de Inglaterra), encontró al conductor holandés Perry Wacker, de 33 años, culpable de 58 cargos de homicidio y de asociación para introducir ilegalmente inmigrantesen el Reino Unido .

En el mismo juicio la traductora china Ying Guo, que servía de enlace, también fue declarada culpable de asociación para la introducción ilegal de inmigrantes , por lo que deberá cumplir una pena de seis años de prisión.

El jurado, compuesto por nueve mujeres y tres hombres, les declaró culpables en un veredicto unánime tras casi 13 horas de deliberaciones después de un juicio que ha durado seis semanas. Los cuerpos de los 58 inmigrantes de nacionalidad china sin papeles -54 varones y cuatro mujeres- se encontraron jun-to a dos supervivientes en la parte trasera del camión que conducía Wacker, ocultos por un cargamento de tomates, durante una inspección de los funcionarios de Aduanas, el 18 de junio del año pasado.

Las víctimas murieron por asfixia en el trayecto comprendido entre Zeebrugge, en Bélgica, y Dover, en el sureste de Inglaterra, después de que Wacker cerrara una pequeña ventanilla de ventilación, la única entrada de aire que tenía contenedor.

Además, las investigaciones llevadas a cabo corroboraron que el contenedor tenía cerrado el sistema de refrigeración en uno de los días más calurosos del año.

El jurado consideró que Wacker "selló el destino" de las víctimas al cerrar la ventanilla al llegar a Zeebrugge, procedente de Rotterdam, y antes de comenzar el trayecto por transbordador para evitar que se detectara a los inmigrantes.

Wacker, según se dijo en el juicio, sabía lo que podía pasar porque dos meses antes había participado en un viaje similar acompañado de otro camionero de la banda de contrabandistas, Leo Nijveen, que estuvo a punto de terminar también en un desastre.

Mínimo espacio

Nijveen llevaba a 50 inmigrantes chinos sin papeles en un contenedor idéntico que cubrió la misma ruta.

La diferencia estuvo en que en aquella ocasión el conductor permaneció en la cabina del vehículo, oyó a sus pasajeros golpear las paredes cuando se quedaban sin aire y les dejó salir.

Miembros de la tripulación del transbordador les vieron y Nijveen fue detenido. Por contra, en el viaje de junio, Wacker abandonó su cabina y se fue a comer y ver la televisión.

Según el fiscal Victor Temple, el conductor "no hizo ningún esfuerzo por comprobar el estado de los inmigrantes chinos, y menos aún por abrir la ventanilla".

Una reconstrucción policial de los hechos demostró que cada uno de los 60 pasajeros en el contenedor frigorífico tuvo que permanecer acuclillado en un espacio de 30 por 20 centímetros durante el viaje de nueve horas entre Rotterdam, donde se originó el trayecto, y Dover.

La sentencia, difundida ayer por la tarde, critica duramente la actitud de este grupo de contrabandistas que intentan sacar provecho de quienes tan sólo acuden a Europa para conseguir una "vida mejor".

Los dos inmigrantes supervivientes de la tragedia relataron al jurado cómo habían chillado y golpeado las paredes del contenedor cuando notaron que el aire se acababa y concluyeron su testimonio emocionados porque sus esfuerzos por pedir ayuda resultaron inútiles. El juez instructor recriminó al camionero que no se preocupara por el estado de los inmigrantes en ningún momento de la travesía.

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