El propietario de Sintel insta la quiebra y pide otros 405 despidos
Los trabajadores de Sintel, acampados en el paseo de la Castellana de Madrid, sufrieron ayer otro varapalo. Carlos Gila, que compró recientemente la compañía por dos euros, ha solicitado su quiebra voluntaria, según Adolfo Jiménez, presidente del comité intercentros.
La solicitud -apunta Jiménez- fue presentada el 15 de marzo en el Juzgado número 42 de Madrid (el mismo que gestiona la suspensión de pagos de Sintel), tres días después de que la Dirección General de Trabajo aprobara el expediente de regulación de empleo que afecta al 44% de la plantilla y que pondrá en la calle próximamente a 796 trabajadores de los 1.800 que tiene. Por su parte, el propietario de Sintel "desmiente esta solicitud de quiebra".
Además, el administrador único de la empresa ha solicitado un nuevo expediente de regulación de empleo que afectará a 405 empleados más de la plantilla. La empresa, en su anterior expediente de regulación, instó el despido del 66% de la plantilla, es decir, de 1.201 trabajadores. Finalmente Trabajo decidió aprobar 796 despidos, a pesar de que Inspección de Trabajo desaconsejara hacerlo por carecer de un plan de viabilidad.
"Con este nuevo expediente de regulación, la propiedad de la compañía completaría los 1.201 despidos que pretendía conseguir desde el principio", según la plantilla.
Fuentes de CC OO recuerdan como la Dirección General de Trabajo basó su resolución del 12 de marzo en la que aprobó los despidos "en la necesidad de reducir costes laborales para evitar precisamente la quiebra y mejorar la situación económica".
Tanto trabajadores como sindicatos consideran que "estas nuevas noticias son un eslabón más de una cadena de despropósitos que parten de una operación oscura iniciada con la venta de Sintel a Mas Canosa en 1996 por parte de Telefónica".
El comité intercentros insta al Gobierno a que "se decida de una vez por todas a tomar parte en este asunto para sentar una mesa de negociación que involucre Telefónica, parte responsable del problema, contemple un plan de viabilidad y el pago de las ocho nóminas atrasadas a través del ICO".
La plantilla de Sintel continuarán acampados " hasta conseguirlo" y anuncia nuevas protestas hasta el 15 de mayo, en las que incluyen la movilización de otros trabajadores en diferentes comunidades autónomas con apoyo de sindicatos locales.
Tanto PSOE como IU apoyarán a los empleados de Sintel para buscar una solución pactada al conflicto (negociación de prejubilaciones o bajas voluntarias).