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Siete cajas medianas impulsan una alianza tecnológica y comercial

Siete cajas de ahorros reforzaron la semana pasada en Madrid los lazos que establecieron hace casi dos años para crear una alianza tecnológica y comercial para ahorrar costes. Con el fin de salvar el proyecto han optado por permitir que cada entidad se adhiera al mismo según sus propios ritmos y necesidades.

Las que irán a más velocidad son las de Castilla-La Mancha, Murcia, General de Ahorros de Canarias, Asturias, Sa Nostra (Baleares). Sólo dos han optado por avanzar más despacio: Caja Extremadura y Caja Cantabria.

Los responsables de todas ellas se reunieron la semana pasada en las oficinas de la Confederación Española de Cajas (CECA) para dar el impulso definitivo a su proyecto. La decisión más importante fue la creación de una nueva sociedad que prestará servicios a la Sociedad de Coo-peración Tecnológica de Cajas de Ahorros (Sctca) y la de contratar un gestor informático externo, que probablemente será Accenture.

La alianza tecnológica entre estas siete cajas surgió hace ahora casi dos años como fórmula alternativa a las fusiones jurídicas. El objetivo es que la cooperación vaya más allá de la tecnología, de manera que sea el germen de una alianza mucho más profunda que abarque otros ámbitos de negocio (venta de productos, marketing, publicidad, etc.).

La complejidad de la cooperación y los distintos ritmos que las entidades querían imprimir a la alianza han venido retrasando el proyecto, hasta el punto de que algunas de las participantes estuvieron a punto de abandonarlo para incorporarse a las plataformas tecnológicas puestas ya en marcha por otras cajas mayores.

Para relanzarlo y no dejarlo morir, sus impulsores han optado por crear esta sociedad de servicios que permitirá empezar a funcionar en breve, sin necesidad de que todas las entidades lo hagan al mismo ritmo. Además, la iniciativa se abre a otras cajas que han mostrado interés por participar en esta plataforma común.

De momento, ya se ha definido un centro de cálculo común, que podría estar en CECA, órgano que ha desempeñado desde el principio un papel impulsor y de asesor tecnológico.

Con el acuerdo, las cajas pretenden reducir la factura en gastos de informática y, al mismo tiempo, alcanzar la dimensión suficiente para acceder a la tecnología a la que por sí solas no accederían.

Fuentes implicadas explican que el objetivo es "tener las ventajas de los grandes sin renunciar a su identidad territorial y comercial".

Lo más destacable de esta alianza es que las cajas que la integran no son competencia, porque les resulta más sencillo ser complementarias. Eso convierte la cooperación en estratégica, máxime si se tiene en cuenta que, unidas, estas cajas de tamaño medio tienen un peso de más de 5,4 billones de pesetas de activos (32.600 millones de euros).

Varias de ellas son uniprovinciales, lo que dificulta que opten por fusionarse para ganar dimensión (tendrían que salir de su territorio). Otras descartan fusiones en su propia autonomías.

El director general de la General de Ahorros de la Canarias, Álvaro Arvelo, ha sido el principal impulsor del proyecto y de facilitar esta fórmula de dos velocidades para que la alianza empiece a dar resultados. Ya existe un precedente de este tipo de "fusiones virtuales" con ATCA, que acoge a la Caja Inmaculada, La Rioja, Insular de Canarias y Sabadell.

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