Macsa desarrolla circuitos impresos para móviles con la coreana LG
Macsa ha firmado una alianza con la multinacional coreana Lucky Goldstar (LG) con la que desarrollará un tipo de circuitos impresos para teléfonos móviles. æpermil;ste es el tercer acuerdo de transferencia tecnológica que alcanza la compañía catalana, que prevé triplicar ventas en cuatro años.
Macsa desarrollará un tipo de circuitos impresos para aplicar detrás de la pantalla de cristal líquido de los teléfonos móviles de la firma coreana Lucky Goldstar (LG), dentro de la constante tendencia de reducir el tamaño de este tipo de productos. La compañía fabricante de equipos de marcaje y codificación por láser ya ha enviado la maquinaria a la factoría asiática donde LG iniciará la producción de los móviles.
Según el consejero delegado de Macsa, Jordi Piñot, "controlamos la tecnología láser, aunque últimamente nos han surgido aplicaciones diferentes". De esta forma, acaba de alcanzar un acuerdo con la compañía catalana fabricante de máquinas de corte Recam Láser para desarrollar conjuntamente una tecnología para el sector de joyería, más concretamente para la empresa Tous. También ha firmado una alianza con la consultora valenciana GFK para el tatuaje de ropa vaquera, e incluso ha enviado máquinas al Reino Unido para la codificación y control de ganado vacuno ante el problema de la enfermedad de las vacas locas.
Esta transferencia tecnológica permitirá acelerar el plan de desarrollo de Macsa. Jordi Piñot afirma que la empresa ha preparado un plan de crecimiento para los próximos cinco años, que supondrá triplicar la facturación hasta 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros). "Este mismo año hemos previsto un incremento de ventas del 30%, pero actualmente ya estamos un 10% por encima de este presupuesto". Piñot destaca que una vez finalizado el plan, la empresa decidirá si cotiza en Bolsa o mantiene la actual estructura accionarial.
Alrededor del 80% del capital está en manos de la familia Piñot, y el resto está controlado por los directivos. La compañía ha contratado a la consultora Mazars para que concrete las necesidades financieras de Macsa durante los próximos años.
La firma ubicada en Manresa (Barcelona) destina un 10% de la facturación al desarrollo de nuevos productos. El crecimiento generado en los últimos años ha obligado a plantear el traslado de las instalaciones, fuera del casco urbano de Manresa. Piñot confía en encontrar un polígono industrial cercano a Manresa. La inversión prevista en el traslado alcanzará 250 millones (1,5 millones de euros).
Cambio tecnológico
El negocio tradicional de Macsa varió hace 10 años para diversificarse en el marcaje con láser (un sistema para datos de caducidad y otro para grabar piezas) de todo tipo de productos, cajas y paletas de sectores industriales, como el de alimentación, bebidas, farmacia, cosmética y auxiliar del automóvil. Hasta ese momento sólo existían empresas con tecnología de chorro de tinta.
Macsa empezó a darse cuenta de la importancia de la tecnología que había desarrollado en 1997, cuando General Electric (GE) le hizo varios pedidos por valor de cinco millones de dólares (unos 940 millones de pesetas).