Tecnoseñal abre nuevas líneas de negocio en el cuidado de carreteras
Tecnoseñal se ha convertido, tras menos de cuatro años de vida, en la segunda empresa española en señalización de carreteras, con un 10% de cuota de mercado. Su negocio se centra en la fabricación de señales verticales, pero se ha propuesto ampliar la actividad: ahora también quiere pintar las señales en el asfalto -señalización horizontal- y, además, llevar a cabo la conservación completa de las vías, "con lo que cerraremos el círculo", dice su gerente, Francisco Cano.
Para ello, esta empresa jienense, con sede en Guarromán, ha proyectado una planta de pinturas en la que invertirá tras el verano 125 millones de pesetas (750.000 euros) y ha comenzado a optar a los contratos integrales de conservación de carreteras, que incluyen el cuidado de la señalización, medianas y quitamiedos, entre otros aspectos. "El mantenimiento nos garantiza contratos de cuatro años y la señalización sólo dura unos meses", afirma Cano.
La compañía ha registrado un crecimiento fulgurante desde su nacimiento en 1997. Entonces, Francisco Cano y Raúl García abandonaron Grupisa, la primera empresa del sector, para fundar su propia sociedad. Compraron las instalaciones de Trapaluz, una antigua empresa de señalización ubicada en Guarromán, y montaron allí una nueva planta, "la de mayor capacidad de España", destaca el directivo. Contaron con el apoyo de la sociedad de capital riesgo de la provincia, Inverjaén, que puso un 45% del capital inicial, de 90 millones de pesetas en total (540.000 euros).
El primer ejercicio completo, 1998, lo cerraron con 350 millones de pesetas de ventas (2,1 millones de euros) y 23 empleados. Al año siguiente doblaron la facturación y en 2000 Tecnoseñal ingresó 860 millones de pesetas (5,2 millones de euros). La empresa cuenta ahora con más de 50 trabajadores y espera facturar este año 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros). "El año que viene seremos la primera empresa del sector", asegura Francisco Cano.
Salida al exterior
La empresa también ha salido al exterior, con señalizaciones en Panamá, gracias a los contratos de carreteras que logran las grandes constructoras españolas. El negocio de Tecnoseñal procede tanto de adjudicaciones directas de las Administraciones como de subcontratas cedidas por las constructoras, que también poseen filiales o departamentos de señalización. "Somos la única empresa grande del sector independiente, lo cual nos lo pone más difícil, porque a menudo las señalizaciones se las quedan las compañías que construyen las carreteras", dice Cano.
Además, la empresa aún no ha conseguido entrar con fuerza en su mercado natural, Andalucía. "El sistema de contratación de la Junta [de Andalucía] no nos favorece y su presupuesto para estas actividades es muy bajo", se queja Cano.