La moderación de la cantidad de dinero facilita un recorte de tipos
El crecimiento de la cantidad de dinero en circulación, medido a través del agregado monetario M3, se ha reducido en el trimestre de diciembre a febrero hasta el 4,8%, muy cerca del objetivo del BCE, situado en el 4,5%, lo que favorece una próxima rebaja de tipos de interés en la zona euro.
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tiene hoy sobre la mesa un dato que puede ayudarle a decidir una reducción de los tipos de interés en la zona euro, situados actualmente en el 4,75%.
Se trata del comportamiento de la masa monetaria en el área, medida a través del agregado M3, un indicador que incluye, entre otros, la evolución del dinero efectivo en circulación, los depósitos a plazo hasta dos años y diversos instrumentos del mercado de divisas. Una tendencia alcista de este agregado es considerado por par-te de la autoridad monetaria de Francfort como un aumento de las tensiones inflacionistas. Por contra, una reducción del mismo aleja ese riesgo y allana el camino para una posible subida de tipos de interés que reactive la economía.
En este contexto, ayer la oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, hizo pública una cifra que va en la línea del recorte de tipos. Y es que el agregado M3 de la zona se mantuvo en febrero, por segundo mes consecutivo, con un crecimiento interanual del 4,7%, la menor tasa de los dos últimos años. Si se analiza el indicador en tasa trimestralizada -mide la evolución media de los últimos tres meses-, se puede comprobar, incluso, que se ha desacelerado de diciembre a febrero hasta el 4,8%, frente al 4,9% del trimestre anterior.
El incremento anual de créditos concedidos al sector privado en febrero descendió también hasta el 9,6%, frente al 10% en enero.
De hecho, el BCE reconoció ayer que en todos los componentes del agregado M3 se observó en febrero un descenso del ritmo de crecimiento, especialmente de las obligaciones financieras contraídas a largo plazo. También bajó el porcentaje anual de crecimiento de la totalidad de créditos concedidos a residentes en febrero hasta el 5,6% (6% en enero).
Todo ello facilita a la entidad europea el relajamiento de su política monetaria, ya que desde Francfort siempre se ha tenido muy en cuenta el comportamiento del M3 antes de tomar decisiones sobre tipos de interés.
En los mercados financieros se espera, por tanto, que el consejo de gobierno del BCE recorte los tipos de interés en su reunión de hoy, o a más tardar en su cita prevista para el 11 de abril. Las presiones políticas de varios ministros de Finanzas de la UE, la última la del francés Laurent Fabius, favorables a recorte de tipos en breve, apoyan esta hipótesis.
Sin embargo, todo está por decidir. En los últimos días, tanto el gobernador del BCE, Wim Duisenberg, como varios consejeros se han mostrado reacios a una rebaja del precio oficial del dinero tan a corto plazo, a pesar de que han reconocido que las tensiones sobre los precios se han reducido.
El propio ministro de Economía español, Rodrigo Rato, apostó ayer por que, en el caso de que Francfort se decida finalmente por un recorte de tipos, éste sea muy moderado de apenas 0,25 puntos.
El euro cae a mínimos anuales frente al dólar
El compás de espera previo a la reunión de hoy del BCE no sentó muy bien a la divisa europea, que continúo depreciándose ayer frente al billete verde en los principales mercados internacionales, una vez que se conocieron los últimos datos sobre la evolución de la masa monetaria.
En ese momento, el euro llegó a caer al valor más bajo de los últimos tres meses frente al dólar. En Francfort se cotizó hasta un mínimo de 0,8842 dólares.
En Londres, la divisa llegó a depreciarse hasta 0,8847 dólares, frente a los 0,89 dólares de la apertura de la sesión. Al final de la jornada recuperó parte de lo perdido por la mañana, hasta alcanzar 0,888 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 0,8860 dólares.
Los inversores esperan, no obstante, que la moneda única, se aprecie en las próximas semanas, a medida que una hipotética rebaja de tipos de interés reactive la economía en la zona euro.