El 80% de españoles es contrario a la entrada de inmigrantes sin contrato
El Gobierno de José María Aznar concluyó ayer que los españoles avalan su política de inmigración, a partir de un dato que aporta el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente de Presidencia: el 79% de los encuestados considera que sólo debe permitirse la entrada en España a los extranjeros con contrato de trabajo.
El sondeo del CIS sobre la política de inmigración fue efectuado entre el 17 y el 22 de febrero y, paradójicamente, no incorpora dato alguno que permita conocer la opinión de los ciudadanos acerca de la falta de reconocimiento de los derechos fundamentales a los extranjeros sin papeles, punto fundamental que ha provocado el enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición y ha derivado la polémica hacia el Tribunal Constitucional. El presidente del Gobierno, José María Aznar, considera fuera de lugar reconocer el derecho de huelga a los inmigrantes ilegales, según declaró el martes al programa Ágora de la televisión catalana.
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, se excusó ayer por el hecho de que la encuesta haya sorteado cualquier tipo de pregunta sobre este particular, recordando que la elabora el CIS y no el Gobierno, aunque el centro dependa orgánicamente del Ministerio de Presidencia. La Ley de Extranjería niega a los inmigrantes ilegales los derechos de asociación, manifestación, reunión, sindicación y huelga.
Este alto cargo concluyó que el sondeo en su conjunto avala la política de inmigración del Ejecutivo a partir de un dato que fue elevado a titular en la nota oficial: el 79% de los españoles considera que sólo debe permitirse la entrada a España de los inmigrantes que tengan contrato de trabajo, frente al 13% que apuesta por que el Gobierno no ponga obstáculo legal alguno a quienes quieran venir al país. Algo más del 3% es partidario de prohibir por completo la entrada de trabajadores inmigrantes.
Los barómetros del CIS arrojan en este aspecto una tendencia interesante. En 1993, el porcentaje de ciudadanos que condicionaba la llegada de inmigrantes a la tenencia de una relación laboral contractual era del 60%; en 1996, del 63%, y en 2000, del 65%.
La muestra empleada en el barómetro es de 2.500 entrevistas. La mayoría de los consultados, el 60%, opina que España necesita de trabajadores inmigrantes, frente al 27% que cree lo contrario. Las personas que proceden de Latinoamérica y de Portugal son las que gozan de mayor aceptación entre los españoles. Los norteafricanos, los que menos. Estos sentimientos tienen también traslado fiel al ámbito familiar. Al 27,5% de los encuestados les preocuparía que sus hijos se casaran con ciudadanos de Marruecos u otros países africanos, porcentaje que se reduce al 24% en el caso de personas del África negra y al 10% de América Latina.
En los planos laboral y educativo, las actitudes racistas se amortiguan. Sólo al 3,5% de los españoles le importaría que sus hijos compartieran clase con niños inmigrantes, mientras que el 5% rechaza la posibilidad de tener como compañeros de trabajo a personas procedentes del África negra.
La inmigración se ha convertido en el tercer problema que más preocupa a los ciudadanos, por detrás del terrorismo y el paro. Más del 82% de los españoles opina que son "bastantes o demasiados" los extranjeros que viven en España, colectivo que se limitaba al 31% el año pasado y al 29% en 1996.
La Guardia Civil intercepta en Tarifa cinco pateras con 188 africanos
España y Marruecos ultiman la regulación de los flujos migratorios
Efectivos de la Guardia Civil interceptaron durante la madrugada de ayer en las costas de Tarifa (Cádiz) un total de 188 inmigrantes subsaharianos y marroquíes que viajaban en cin-co pateras.
Además, un vecino de la zona rescató del mar, por la mañana, el cadáver de un joven marroquí de algo más de 20 años y ayudó a otro in-mi-grante a salir de las aguas.
De los 188 inmigrantes indocumentados, 130 eran magrebíes, entre ellos tres mujeres; mientras que las 58 personas restantes son de procedencia subsahariana, todos hombres excepto nueve mujeres. El primer avistamiento de embarcaciones se produjo hacia las 3.30 horas de la madrugada, mientras que la última patera se localizó a las 9.00 horas.
Por otra parte, el delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda ultimó ayer en Rabat el texto del acuerdo que regulará los flujos migratorios entre España y Marruecos. El texto del acuerdo afectará sólo a los trabajadores fijos, tras recordar que ya existe un acuerdo para los trabajadores de temporada y otro para la repatriación de los irregulares suscrito por ambos países en 1992.
Además, Fernández-Miranda subrayó que el acuerdo no establecerá cupos de inmigrantes, sino que "tendrá en cuenta los puestos de trabajo que puedan ser cubiertos por ellos" en función de la demanda de Marruecos y del mercado de trabajo español.
A falta de "limar las pequeñas diferencias", Fernández-Miranda expresó su confianza en que el acuerdo contribuya a frenar la inmigración irregular al permitir que muchos trabajadores marroquíes vayan a España "con sus contratos de trabajo debajo del brazo".
El portavoz de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España (Atime), Mustafá Mrabet, consideró ayer "muy positivo" este convenio, "salvo que se incluya un artículo para el retorno de los inmigrantes irregulares que ya están en España".