Repsol YPF venderá activos por 890.000 millones para reducir deuda financiera
Este año la reducción de la deuda financiera es uno de los objetivos prioritarios para el equipo gestor de Repsol YPF, después de dos ejercicios de fuertes inversiones. No obstante, según su presidente, Alfonso Cortina, se mantiene el programa inversor, con planes anuales en torno a los 4.500 millones de euros. Y, aunque aseguró que no hay en curso conversaciones cara a una posible integración con otro grupo, Cortina subrayó que la dirección está abierta a analizar cualquier oportunidad que pueda generar valor para el accionista.
Repsol YPF tiene en marcha un plan de desinversiones por más de 4.800 millones de dólares (890.000 millones de pesetas), que prevé concluir en sus aspectos más importantes en este año, y que tiene como primer objetivo prioritario reducir el endeudamiento financiero. Según su presidente, Alfonso Cortina, una de las enajenaciones que todavía no se han realizado, pero que se prevé materializar en este ejercicio, es la reducción de la participación del grupo en la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y en Enagas.
Y es que éste se ha programado como el año en el que se dará "un golpe" a la deuda financiera, que creció básicamente por la compra de la argentina YPF y la consolidación de Gas Natural en el pasado ejercicio por integración global, así como por el aumento del circulante ante la subida del precio del crudo. A 31 de diciembre de 2000, el endeudamiento neto ascendía a 20.398 millones de euros (3,39 billones de pesetas). El objetivo es reducir la relación entre deuda y recursos propios al 42% desde el 51% del cierre del último año.
Otra de las bases de la política de la petrolera que preside Alfonso Cortina es el plan de reducción de costes, que está en fase de actualización, y la moderación en las inversiones. æpermil;stas en el ejercicio pasado superaron los 6.100 millones de euros, ya que los directivos de la compañía identificaron "operaciones estratégicas". Repsol YPF prevé mantener en los próximos años cifras en torno a los 4.500 millones de euros (en línea con el plan vigente), aunque pueden ser algo menores en 2001.
Pese a ese programa, el grupo hispano-argentino no quiere perder peso en el área de exploración y producción de hidrocarburos, centrándose en países como Argentina, Argelia, Bolivia, Libia y Trinidad y Tobago. Esa concentración se prevé hacer compatible con la búsqueda "de oportunidades en nuevas áreas geográficas". Repsol YPF seguirá igualmente con el desarrollo de mercados para sus reservas de gas.
Y, en conexión con esa meta, desarrolla su programa en el área eléctrica, que servirá para "monetarizar las reservas" y para consolidarse como grupo multiservicios. Cortina añadió que, junto a Gas Natural, proyecta la venta de electricidad a los clientes a los que ya se suministra gas. En este contexto se ubica también su plan de inversión en generación eléctrica. Para el año 2005, el grupo tendrá una potencia neta en centrales de ciclo combinado a gas cercana a los 3.000 megavatios, de los que 1.800 megavatios corresponden a proyectos ya en marcha. En definitiva, la petrolera y la gasista controlarían casi un tercio de la nueva potencia en el horizonte de cuatro años.
El fondo comercial del grupo tras la compra de YPF se elevó a 8.000 millones de dólares, aunque cerca de 4.000 millones corresponden a las reservas de hidrocarburos, que tienen un tratamiento contable y una amortización diferente al resto de los activos.
Con el fin de la mejora de la gestión, la compañía ha puesto en marcha el proyecto RYS XXI, con modelos de decisión más próximos a los negocios.
Por otro lado, Cortina aseguró que comparte la opinión del ministro italiano de Industria, Enrico Letta, quien señaló recientemente que Repsol YPF y el Ente Nazionale d'Idrocarburi (ENI) serían buenos socios cara a una integración, ya que ambas empresas son complementarias. Pero añadió que no hay contacto alguno en esa dirección, como tampoco, y en esa misma línea, existen conversaciones con la francesa TotalFina. Y subrayó que su obligación como gestor de la compañía es "considerar las oportunidades que generen valor para el accionista. Estamos dispuestos a considerarlas".
Marco estable
El presidente abogó por un marco regulatorio estable que permita acometer las fuertes inversiones precisas en infraestructuras eléctricas y gasistas para garantizar el suministro ante las previsiones de crecimiento de la demanda. "Los inversores necesitarán garantías de estabilidad en la regulación, lo que es compatible con la competencia entre las distintas empresas energéticas", agregó.
Respecto al pasado ejercicio, dijo que fue "un año excepcional", aunque con aspectos negativos, como la dificultad para trasladar a los clientes finales la totalidad de las subidas en la cotización del dólar y en el precio del crudo. Este aspecto supuso para el grupo una reducción de sus beneficios en 60.000 millones, mientras que la congelación del precio de la bombona repercutió negativamente en 27.719 millones. No obstante, si las circunstancias sociales son similares, Repsol YPF actuará "con la misma prudencia".
En el año 2000, el primer ejercicio total con YPF, se ha producido un cambio radical en el origen de los resultados. Así, exploración y producción de hidrocarburos ha pasado a representar el 56% del total, frente al 6% de 1998, mientras que refino y marketing ha bajado al 21% desde el 55% de hace dos años. Gas y electricidad ha reducido su peso al 16% (antes el 28%), y química se ha quedado en el 2%. Cortina señaló que en una estructura óptima, la exploración y producción de hidrocarburos aportaría el 50% del resultado operativo; gas y electricidad, el 25%; refino y marketing, el 20%; mientras que la química, el 5% restante. Y es precisamente en esa área que ha ido perdiendo peso proporcional donde prevén alianzas con otras multinacionales.
Y, ayer, Cortina reiteró su confianza en la recuperación de la economía argentina y en la capacidad del presidente De la Rúa y del superministro Cavallo.