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La recaudación fiscal ligada al consumo crece la mitad que en 2000

La recaudación por impuestos indirectos, ligados al consumo creció soló un 6% en los dos primeros meses del año, frente al 15,1% del mismo periodo de 2000. El Estado obtuvo hasta febrero un superávit, en contabilidad nacional, de casi un billón de pesetas, que se traduce en un déficit de 200.000 millones, en términos de caja.

El menor vigor del consumo, iniciado ya en la segunda parte de 2000, se ha hecho notar con mayor fuerza en las cuentas del Estado de los dos primeros meses de este año. La recaudación por impuestos indirectos ligados al consumo creció hasta febrero sólo un 6%, menos de la mitad del aumento del 15,1% cosechado en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Ello se debe tanto al comportamiento del IVA como al de los impuestos especiales. En el caso del IVA, los ingresos acumulados hasta febrero ascendieron a 1,62 billones de pesetas, con un crecimiento del 9,4% que, a pesar de ser un porcentaje considerable, es inferior al 16,1% registrado en el mismo periodo de 2000.

El dato es aún más preocupante si se analiza sólo el IVA ligado a operaciones interiores, que se ha desacelerado hasta el 8,7%.

Por su parte, la recaudación por impuestos especiales (alcohol, tabaco, hidrocarburos y electricidad, entre otros) no sólo ha frenado su crecimiento, sino que incluso ha caído un 5%, hasta 439.100 millones.

Bien es verdad que es necesario descontar de esta evolución la distorsión originada por el aumento del precio del tabaco en los primeros meses del pasado año, que llevó a los consumidores a elevar las compras de este producto los días previos al aumento de tarifas, hecho que no se ha producido este ejercicio. De esta forma, la recaudación por el impuesto especial que grava las labores del tabaco se ha reducido un 15,4% en los dos primeros meses del año. Los ingresos por hidrocarburos (gasolinas y gasóleos) cayeron también, un 2%, aunque en esta cifra sólo se incluyen los derivados del impuesto especial (IEH), sin incluir el IVA que también grava estos productos, cuya recaudación no desagrega Hacienda del IVA general. Por otro lado, la recaudación por impuestos directos y cotizaciones sociales ha mantenido un buen tono en los dos primeros meses del año, con un crecimiento del 11,2%, alcanzando los 1,75 billones de pesetas. El IRPF aumentó un 9,6%.

Contabilidad nacional

Todo ello ha ayudado a que los ingresos no financieros crecieran hasta febrero un 8,2% (4,38 billones) que, sin embargo, no fue suficiente para financiar el 8,3% de aumento de los pagos (4,58 billones). De esta forma, el Estado registró un déficit en términos de caja (recoge los ingresos y pagos en el momento en que son efectuados y no cuando son devengados, como hace la contabilidad nacional), de 207.200 millones de pesetas, un 10,3% más que en el mismo periodo del año 2000. El aumento del déficit se debe, básicamente, al calendario del vencimiento de la deuda, de forma que se ha hecho efectivo ya el pago del 48% de los intereses previsto para todo el año.

El déficit de caja del Estado hasta febrero se torna en un superávit de 964.800 millones (0,9% el PIB), si se mide en términos de contabilidad nacional, criterio de homogeneización utilizado por Bruselas.

Mediante este criterio se descuenta del saldo obtenido en caja una serie de partidas como los intereses de la deuda, la venta de acciones de empresas públicas, las plusvalías generadas por el Banco de España, así como las operaciones del Tesoro (ver cuadro).

En cuanto a los gastos, destaca, además de la partida de intereses de la deuda, el aumento de las transferencias corrientes (7,1%) hasta 2,12 billones. Las destinadas a las comunidades autónomas crecieron el 17,5%, y el 4,6%, los fondos dirigidos a las corporaciones locales.

En los dos primeros meses del año se ha mantenido el mayor recurso del Estado a la deuda a medio y largo plazo. No obstante, las obligaciones y bonos en circulación se han reducido en 1,12 billones, mientras que el volumen vivo de las letras del Tesoro ha aumentado en 294.200 millones de pesetas.

 

Hacienda cree que el déficit cero no corre peligro

La desaceleración del ritmo de aumento de los ingresos por impuestos indirectos en los primeros meses de 2001 fue acogida ayer como un "mal menor" por la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Elvira Rodríguez.

El Gobierno se había mostrado impaciente por conocer esta evolución, temeroso de que el menor vigor del consumo pesara como una losa en las previsiones de ejecución presupuestaria. Ayer, Rodríguez calificó de "buen dato" el incremento del 9,4% en la recaudación por IVA.

"Era muy difícil mantener los espectaculares ritmos de aumento de los primeros meses de 2000", añadió, resaltando que un crecimiento de los ingresos cercanos al 9% es una "buena muestra" de la salud de la economía española. Por lo demás, Rodríguez no quiso aclarar cuándo revisará el Gobierno la previsión oficial de crecimiento, una vez que el secretario de Estado de Economía, José Folgado, reconociera que este año no se alcanzará el 3,6% estimado inicialmente en los Presupuestos generales.

Eso sí, dejó bien claro que sigue siendo prioritario para el Ejecutivo el objetivo de eliminar este año el déficit del conjunto de las Administraciones públicas. "Una hipotética rebaja de las previsiones del Gobierno no afectaría al objetivo de equilibrio presupuestario de las cuentas públicas", añadió, resaltando que el Ministerio de Hacienda "utilizó el criterio de prudencia" en el diseño de los Presupuestos, para contar con un margen ante imprevistos.

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