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Telefónicas y fabricantes admiten que no habrá nuevo móvil hasta 2003

La tercera generación de telefonía móvil (UMTS) vendrá, pero no tan rápido como se esperaba. Todas las compañías presentes en la feria informática Cebit, que ayer se inauguró en Hannover (Alemania), coincidieron en señalar que la nueva tecnología, a lo sumo, comenzará a introducirse en Europa a mediados de 2002, y más probablemente a inicios de 2003. Para disminuir costes, el Gobierno alemán apoyó la propuesta de que las empresas cooperen en la construcción de las redes.

æpermil;rase una vez una feria informática y de telecomunicaciones, la mayor del mundo, pletórica de optimismo: hace apenas un año, la Cebit de Hannover se deshacía en sueños sobre el mundo feliz de la comunicación inalámbrica, que, en aquella ocasión, debía ser impulsada con el protocolo WAP (Wireless Application Protocol), que funciona también con el actual estándar de telefonía móvil, GSM.

Tras 12 meses, del WAP ya nadie habla en Hannover, salvo Nokia, que todavía tiene que vender su nuevo móvil 3330 y -con el respaldo de una cuota del mercado mundial del 35%- se puede dar el lujo de afirmar "que éste será el dispositivo de mayor venta este año".

Se cierra el telón, por tanto, para WAP, y se vuelve a abrir para UMTS, que no se cancela, pero se retrasa. Tres operadoras alemanas -T-Mobile, E-Plus y Viag Interkom- adelantaron ayer que, si acaso, la nueva tecnología se introducirá a mediados de 2002, y, más probable aún, a inicios de 2003. Los fabricantes de teléfonos móviles Nokia, Siemens y Ericsson tienen un calendario similar, aunque no descartan "primeros ensayos" entre este verano y el próximo.

Los altos costes de las licencias y las redes de la nueva tecnología han resultado superiores a lo esperado: hace un año, la nueva tecnología se anunciaba costosa, pero nadie se imaginaba que medio año después, los gigantes de las telecomunicaciones -la española Telefónica incluida- habrían de poner sobre la mesa 8,5 billones de pesetas (51.086 millones de euros) por seis licencias alemanas.

Aunque los responsables de las operadoras ayer se mantuvieron ocultos en este punto, sobre el tapete está tratar de reducir los inmensos costes compartiendo par-te de las redes.

Esta propuesta, que la víspera encontró el apoyo de la Comisión Europea, ayer fue respaldada también por el canciller alemán, Gerhard Schröder, quien en su discurso de apertura de Cebit dio su visto bueno a "la utilización conjunta de antenas y otras formas de cooperación". Todo ello en el marco "de las reglas de la competencia", desde luego.

Las modalidades de coope-ración entre las diversas operadoras en los diversos países tendrán que ser definidas en las próximas semanas. Si se quiere cumplir el ya modificado cronograma, las primeras antenas y estaciones base tienen que comenzar a construirse a partir del tercer trimestre de este año.

Reducir los subsidios

Hasta que el UMTS despegue, los fabricantes de móviles pretenden consolidar el GPRS (General Packet Radio Service), otra tecnología que deberá permitir ampliar la cantidad de datos a transmitir por los móviles. Los grandes del sector presentaron ayer los correspondientes dispositivos, que, teóricamente, deberán convertirse en grandes éxitos de venta a partir de verano. Cuánto se espera facturar exactamente con estos aparatos, sin embargo, ayer nadie quiso detallarlo: WAP ha vuelto cautelosos a los ejecutivos.

En vista del llamamiento generalizado a reducir costes, las operadoras de telefonía móvil alemanas, entretanto, han descubierto un nuevo método, vertido ya en consigna por el presidente de T-Mobile, Kai Uwe-Ricke: "A reducir los subsidios".

Los ejecutivos de esta filial de Deutsche Telekom han descubierto que si bien ya casi un 70% de los alemanes cuenta con un teléfono móvil, un 10% de ellos prácticamente no lo utiliza, lo cual, indudablemente, es un mal negocio para las operadoras, que han subvencionado con mucho dinero la compra de estos dispositivos. También E-Plus y Viag Interkom se pronunciaron ayer a favor de reducir los subsidios. Al menos en Alemania, los teléfonos móviles, por tanto, subirán de precio.

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