Las cajas ganan a la banca cinco puntos de cuota de crédito al sector público

Las cajas de ahorros siguen arañando cuota de mercado a los bancos en el negocio de la financiación al sector público. El año pasado, consiguieron aumentar un 14,3% su cartera de créditos con las Administraciones públicas, mientras que los bancos la disminuyeron un 8,3%. Además, captaron un 20,6% más de depósitos, frente a sólo un 6,8% más de los bancos. El resultado es que en un solo año han ganado cinco puntos de cuota de mercado en créditos y 2,5 puntos en depósitos en detrimento de los bancos.

En cualquier caso, las Administraciones públicas han perdido parte de su atractivo para el negocio clásico de las entidades financieras. La prevista eliminación del déficit público para encarrilar las finanzas públicas en el Pacto de Estabilidad y las diferentes fórmulas de financiación pública hacen que comunidades autónomas, ayuntamientos y otros organismos públicos recurran cada vez menos al crédito bancario para financiar sus proyectos.

El año pasado, más de la mitad del endeudamiento de las Administraciones se formalizó a través de la emisión de valores en los mercados de capitales, en detrimento de los préstamos bancarios. Hace cinco años, la financiación del sector público mediante créditos de las entidades financieras representaba más del 60%. El año pasado apenas superaba el 40%.

Al finalizar diciembre de 2000, el saldo de créditos de las entidades financieras a las Administraciones públicas ascendía a 5,22 billones de pesetas (31.375 millones de euros), un 10,8% menos que los 5,85 billones (35.207 millones de euros) de 1995, según las últimas estadísticas del Banco de España.

Pero la caída no afecta por igual a todo el sector financiero. De hecho, mientras en los bancos el descenso en los últimos cinco años se cifra en un 20,4%, en el mismo periodo la cartera crediticia con las administraciones de las cajas de ahorros ha descendido tan sólo un 1,9%.

En cuanto al pasivo, el volumen de los fondos depositados en los bancos ha crecido tres veces menos que en las cajas de ahorros. El saldo se ha más que duplicado en las cajas (108%) y ha crecido un 30% en los bancos desde 1995.

Eso significa que la mayor parte del negocio generado por el sector público lo han absorbido las cajas. Para muchos esto tiene que ver con la vocación territorial de estas entidades y su mayor vinculación política con las comunidades autónomas. Lo cierto es que aunque las cuentas bancarias de las Administraciones se tienen que sacar a concurso, a la banca le resulta cada vez más difícil competir en un negocio en el que hasta ahora siempre habían sido los primeros. Hoy a duras penas mantienen el liderazgo.

El año pasado las cajas de ahorros lograron aumentar los créditos a las Administraciones un 14,3%, frente a un descenso del 8,3% de los bancos. Así, aunque éstos aún superan a las cajas de ahorros como principales prestadores de las Administraciones, la diferencia cada vez es menor.

Reparto del mercado

En 1995, de los 5,85 billones de pesetas del saldo vivo de créditos al sector público, los bancos acaparaban el 57,6% y las cajas el 35,3% del mercado. El resto se repartía entre otras entidades, cooperativas y el ICO. Al cierre de 2000, las cajas tenían el 38,9%, y los bancos, el 51,4%. Esto es, las cajas de ahorros han ganado 3,6 puntos de cuota de mercado en créditos, mientras que los bancos han perdido 6,2 puntos en el mismo periodo.

Sólo en un año, las cajas han ganado casi cinco puntos, frente a 4,7 puntos perdidos por los bancos.

En depósitos, aumentaron un 20,6% en las cajas, frente a un 6,8% en los bancos, con el resultado de que éstas ganan 2,5 puntos de cuota de mercado, frente a los tres puntos que pierden los bancos.

La distinta evolución del negocio de la financiación al sector público en las distintas entidades no es una excepción del comportamiento global en el negocio financiero. La expansión geográfica de las cajas y una política comercial más agresiva que la de los bancos volcados en procesos de fusiones que han disminuido su red de sucursales las ha llevado a crecer más deprisa y a ganar cuota global de mercado, aunque ha dejado huella en sus cuentas de resultados.