La Generalitat no ha cobrado el 25,7% de los ingresos declarados
La Generalitat Valenciana liquidó el Presupuesto de 2000 con 358.290 millones de pesetas (2.153,37 millones de euros) pendientes de cobro, lo que significa que el 25,75% de los ingresos declarados no se había hecho efectivo. Esta cantidad supone un aumento del 12,5% sobre los derechos pendientes de cobro a 31-12-1999.
La efectividad a la hora de cobrar por parte del Gobierno de Eduardo Zaplana empeoró por tercer año consecutivo, debido a que los retrasos que se producen cada año se suman a derechos pendientes que se arrastran desde 1994 y cuya realización es más que dudosa. La Generalitat se resiste a anularlos, porque ello supondría reducir los ingresos -aunque no se cobren, cuentan- y elevar el déficit.
El Síndico de Cuentas reveló en su informe relativo a 1999 que una parte de los derechos pendientes de cobro se encontraban soportados en documentación que no justificaba su consideración como tales. Y advertía: "No deben utilizarse para la financiación de gastos los derechos pendientes de cobro que se consideren de difícil o imposible realización".
Más déficit de caja
La institución autonómica equivalente al Tribunal de Cuentas insistía en la recomendación, ya efectuada en anteriores informes, de revisar detalladamente estos derechos, "con la finalidad de que solamente figuren como tales aquellos cuya cobrabilidad se encuentre suficientemente justificada".
No es fácil que la Generalitat Valenciana siga en este ejercicio las recomendaciones del Síndico de Cuentas, ya que anular derechos pendientes de cobro significaría aumentar el déficit del ejercicio, y las cuentas de Eduardo Zaplana están muy ajustadas para terminar 2001 con el objetivo de déficit cero cumplido.
El porcentaje de ingresos cobrados por la Generalitat dentro del ejercicio pasó del 79,21% en 1998 al 74,25% en 2000. Como consecuencia de ello, el déficit de caja a final del ejercicio -diferencia entre pagos líquidos e ingresos- pasó de 118.577 millones (712,66 millones de euros) en 1998 a 215.599 millones (1.295,78 millones de euros) el año pasado, un 81,8% más.
Esto significa más deuda de tesorería, puesto que el Gobierno valenciano necesita préstamos a corto plazo con los que atender los pagos que no cubren los ingresos. Esta deuda de tesorería es transformada después en endeudamiento a largo plazo y computa como ingresos, con lo que la Generalitat puede maquillar sus cuentas y evitar un déficit aún mayor del presentado.
Así se hizo en 2000 con 78.004 millones que se contabilizaron como ingresos extrapresupuestarios y sin los cuales el déficit del año habría superado los 88.000 millones de pesetas (528,9 millones de euros). El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Vicente Rambla, se negó la semana pasada a revelar a cuánto ascendía el endeudamiento de la Generalitat a 31-12-2001. El Banco de España lo situó a 30 de septiembre en 901.000 millones (5.415,12 millones de euros), el más alto de España en deuda per cápita.