Las ventas de móviles se reducen a la mitad y hunden el mercado
La venta de terminales de telefonía móvil en España cae en barrena. Durante los últimos dos meses, los pedidos de aparatos nuevos hechos por Telefónica Móviles, Airtel y Amena han sido prácticamente cero, mientras que el canal de ventas intenta desprenderse de los tres millones y medio de móviles a los que no pudo dar salida en Navidad. El fin de la subvenciones, la incertidumbre tecnológica y la saturación del mercado son las causas del parón. Este año se prevé vender más de ocho millones de terminales, casi la mitad que en 2000.
La gallina de los huevos de oro ha entrado en la UVI. Tras cinco años de crecimiento exponencial (en este periodo se pasó de uno a 25 millones de clientes con más de 55 millones de teléfonos móviles vendidos), el mercado de venta de terminales en España ha caído en barrena. Las alarmas ya habían saltado durante la última campaña de Navidad, cuando se vendió un millón de terminales menos que en el ejercicio precedente. Pero nadie podía prever lo que está ocurriendo en el primer trimestre en curso.
Según distintos fabricantes consultados, desde el 15 de enero hasta el día de hoy, los pedidos de terminales nuevos por parte de las tres operadoras que dan servicios celulares, Telefónica Móviles, Airtel y Amena, "son puramente testimoniales, prácticamente cero". Los canales de distribución de estas tres empresas, unos 15.000 puntos de venta repartidos por todo el país, están dando salida a los aparatos que tienen en almacén y que no pudieron vender en Navidad.
Las fuentes citadas recuerdan que en 1999 se vendieron (o regalaron) 17 millones de terminales. El año pasado, el canal de distribución también recibió este mismo número de teléfonos móviles, pero el fracaso de la campaña de Navidad ha dejado sin vender tres millones y medio de terminales. Estos aparatos son a los que se está intentando dar salida ahora.
En medio de un pesimismo general, las estimaciones más positivas no esperan que se pueda alcanzar en todo el ejercicio unas ventas de 11 millones y medio de terminales, incluidos los que están en almacén, lo que dejará las ventas reales en ocho millones.
Según las mismas fuentes, Telefónica Móviles venderá unos siete millones de terminales, siempre con los stocks incluidos, Airtel distribuirá dos millones y medio y los dos millones restantes corresponderán a Amena.
El ritmo de compras se ha reducido drásticamente por muy diversos motivos, según las fuentes citadas. Entre ellos, destacan "el fin de la política de subvenciones a los terminales, las incertidumbres tecnológicas (no se sabe cuándo se lanzará GPRS en serio) y la madurez del mercado, que ha llegado a una cuota de penetración superior al 60%".
Crisis internacional
Expertos del sector aseguran que la crisis en España se está mostrando más aguda que en el resto del mundo "porque también aquí el crecimiento del mercado ha sido más espectacular". No obstante, y aunque con menor virulencia, los síntomas son muy parecidos. Los grandes fabricantes de móviles han reducido drásticamente sus expectativas de crecimiento, hasta el punto de que alguno de ellos ha anunciado que tendrá pérdidas en este trimestre. La justificación de todos es el parón en la venta de teléfonos.
Esta actividad ha tenido durante los últimos siete años unos márgenes muy estrechos, por la guerra de precios, que sólo eran compensados con una producción masiva. La caída de las ventas hace poco menos que inviable el negocio tal y como estaba concebido y obligará, según los expertos, a reducir a poco más de cinco o seis las 15 multinacionales que se reparten en la actualidad el mercado.
Operadoras y fabricantes tienen la esperanza de que el mercado se reactive cuando se despeje la incertidumbre tecnológica entre UMTS y GPRS. Otras fuentes, sin embargo, han perdido la esperanza de que la introducción masiva de la tecnología 2,5 devueva al mercado el esplendor de otros tiempos.