El coste de la red obliga a las empresas de móviles a cooperar en Alemania
El consorcio 3G, formado por Telefónica y Sonera y que resultó adjudicatario de una licencia de móvil en Alemania, se enfrenta con una serie de problemas que han motivado el retraso de su presentación a bombo y platillo, previsto inicialmente para la feria informática Cebit, de Hannover.
Las dificultades logísticas del acto de lanzamiento -postergado para finales de mes- son sólo una muestra de las complicaciones que afronta el consorcio, que por estos días está instalando su central en Múnich.
El principal reto que tiene que superar el consejero delegado del grupo, Ernst Folgmann -un ingeniero alemán de 52 años, cuya simpática informalidad contrasta vivamente con la rigidez imperante en el sector-, es forjar suficientes alianzas para hacer olvidar la principal desventaja de 3G en Alemania: no contar de antemano con una infraestructura de red y una clientela propia.
Pero Folgmann y 3G tienen suerte. Los inmensos costes de las licencias, sumadas a unas inversiones totales que rondan los 30 millardos de euros (casi 5 billones de pesetas), están obligando a todas las operadoras a buscar la manera de compartir los gastos del establecimiento de la red.
"En las ciudades, dos o tres compañías tendrán que compartir una estación base", adelantó durante un seminario la semana pasada en Berlín Horst Lennertz, directivo de E-Plus, la operadora respaldada por la holandesa KPN.
"Deberíamos construir la menor cantidad posible de estaciones base", le apoyó Karl-Wilhelm Rohrsen, del competidor Viag Interkom (British Telecom).
Con relación al grupo 3G, otra de las formas de cooperación podría consistir en brindarle acceso a las redes existentes de telefonía móvil GSM. Toda alianza, sin embargo, tendrá que contar con el visto bueno del regulador del sector, que ya ha dejado claro que no permitirá que las fronteras entre las operadoras acaben por difuminarse.
Ello podría ser incluso un inconveniente para las compañías, según resaltó Gerhard Schmid, presidente de Mobilcom (aliado con France Télécom en su licencia): "La competencia entre nosotros también se decidirá a través del que brinde la mejor infraestructura".
Competencia
Los líderes del mercado, T-Mobil , filial de Deutsche Telekom, y Mannesmann Mobilfunk (Vodafone AirTouch), que cuentan con red y clientela propia, se muestran menos vociferantes, aunque también son receptivos a la cooperación.
Para sus directivos, lo importante es que las autoridades no pongan trabas a la hora de instalar las antenas, algo que parece improbable. En Alemania está aumentando la preocupación por la contaminación de ondas electromagnéticas. Según las operadoras, he ahí una razón más para compartir estaciones.
Telefónica y Sonera se hicieron con la licencia en agosto pasado, tras pagar 1,4 billones de pesetas en una subasta que inició un fuerte debate sobre las financiación de los Estados.