El Gobierno catalán dicta una moratoria de cuatro años para abrir hipermercados
La Generalitat de Cataluña ha decretado una moratoria de cuatro años para la apertura de hipermercados dedicados a la venta de alimentación. Según declaró el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Antoni Subirà, "hemos dado una nueva vuelta de tuerca a la restricciones que aplicamos al sector en defensa del comercio urbano".
El Gobierno catalán ha elaborado un plan territorial de equipamientos comerciales a cuatro años (de 2001 a 2004) en el que no autorizará ni un sólo hipermercado dedicado a la venta de alimentación más en toda Cataluña. En el caso de las grandes superficies que se dedican a la venta no alimentaria, el plan establece un tope de 24.185 metros cuadrados, repartidos en seis comarcas. En ninguna de esas comarcas se autorizará una superficie superior a los 8.200 metros.
En el caso de la comarca Barcelonés, sólo se autorizarán 4.123 metros cuadrados en el municipio de Santa Coloma de Gramanet. Esta decisión supone el veto definitivo de la Generalitat al proyecto de la multinacional sueca Ikea, que preveía abrir su segundo centro catalán en el municipio de L'Hospitalet, comarca del Barcelonés. Esta multinacional tiene previsto construir un centro logístico, en Valls (Tarragona), que debería ser un punto neurálgico dentro de la distribución de la compañía en el sur de Europa. Tendrá una superficie de 250.000 metros cuadrados y se estima que creará de 150 a 200 nuevos puestos de trabajo.
La Generalitat apuesta sin ningún disimulo por lo supermercados urbanos. Entre 2001 y 2004 está dispuesta a autorizar 92.697 metros cuadros destinados a la venta alimentaria en medianas superficies (supermercados de menos de 2.500 metros cuadrados). Esta cifra se suma a los 260.000 metros cuadrados que ha autorizado entre 1997 y el 2000.
Por otro lado, la Generalitat recortará las ayudas previstas al pequeño comercio si el Gobierno central lleva su impuesto sobre grandes superficies al Tribunal Constitucional y éste lo suspende.