Iberdrola opta por potenciar su alianza con el ENI tras la ruptura con EDP
Iberdrola ha iniciado el proceso de catarsis y reflexión interna y estratégica reclamado por sus principales accionistas. La eléctrica vasca ha depositado sus energías en potenciar su alianza con el grupo italiano ENI tras la ruptura con la compañía portuguesa EDP.
Iberdrola afronta su fallida integración con Endesa con un deterioro de sus acuerdos estratégicos con otras empresas energéticas internacionales. Tras la práctica ruptura con Electricidade de Portugal (EDP), más relacionada con la decisión de esta empresa de lanzar una OPA sobre Cantábrico que con el intento de fusión de las dos grandes eléctricas españolas, Iberdrola intenta profundizar sus acuerdos con el Ente Nazionale d'Idrocarburi (ENI), con independencia de los que el grupo italiano mantiene con las portuguesas EDP y Galp.
La elección de Cantábrico por parte de EDP, dentro de su estrategia para constituir uno de los líderes energéticos del mercado ibérico, trastoca los planes de la empresa vasca. Y es que ambas planeaban compartir varios proyectos de generación en la península Ibérica, con la presencia adicional de Galp (el grupo de hidrocarburos luso) y, en especial, en el caso de esta empresa para la central de ciclo combinado de la localidad portuguesa de Sines.
La compañía presidida por Íñigo de Oriol tomó una participación del 4% en Galp, con intereses en el gas y el petróleo, en la que el grupo italiano que dirige Vittorio Mincato adquirió un 33,3%, asegurándose así el control de su gestión. Pero EDP, por su parte, también tiene una cuota significativa en Galp.
Cruces accionariales
Los acuerdos de Iberdrola con el grupo italiano y con la empresa portuguesa de hidrocarburos se complican con el cruce de alianzas entre las cuatro empresas del sur de Europa.
Además, EDP en su oferta por Cantábrico ha incluido sus relaciones con Galp como uno de los factores que pueden convertir la compañía resultante de la OPA en un grupo energético más integrado.
Sin embargo, Iberdrola sí mantiene sin problemas el acuerdo de suministro de gas pactado con el ENI por 1,5 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas al año. Fue éste,además, un contrato muy valorado por Endesa cuando se planteó su fusión.
La compañía presidida por Íñigo de Oriol pactó su entrada en ENI Power, con un 10% del capital, filial que desarrollará el negocio eléctrico. Iberdrola, de momento, depende del único contrato de suministro de gas cerrado con el ENI, independientemente de que pueda acceder a nuevos suministros cuando se materialice la venta Enagas y parte de su contrato con Argelia.
EDP, por el momento, ha optado por cambiar la calificación de su participación en Iberdrola de "estratégica" a "financiera". Una integración más profunda de ambas empresas antes de las negociaciones con Endesa chocó con dificultades por la participación pública de la compañía portuguesa.