Los costes laborales en EE UU obligan a rebajar la productividad al 2,2%
El aumento de costes laborales ha obligado al Gobierno de EE UU a rebajar el dato de aumento de productividad del cuarto trimestre de 2000, del 2,4% al 2,2%. Además, los pedidos a fábrica cayeron un 3,8% en enero. Y los analistas siguen apostando por una nueva bajada de tipos en marzo.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos revisó ayer a la baja el dato de aumento de productividad del cuarto trimestre de 2000 debido a un repunte en los costes laborales (que crecieron un 4,3%, en lugar del 4,1% calculado previamente).
Los salarios medios por hora subieron un 6,6%, frente al 6,2% del tercer trimestre. Y el número de horas trabajadas bajó por segundo trimestre consecutivo (un 1,4% menos).
El aumento de productividad fue así del 2,2%, en lugar del 2,4% anunciado antes. Incluso tras la rebaja, el aumento anual de productividad para todo el año 2000 fue del 4,3%, el mejor dato desde el 4,5% del año 1983.
Peligro inflacionista
Es decir, que la economía estadounidense sigue mejorando su eficiencia incluso en un momento de fuerte desaceleración económica (el PIB creció sólo un 1,1% en ese trimestre).
Los analistas de Wall Street reconocen que la rebaja del dato de productividad puede indicar señal de peligro en el frente inflacionista. Pero no creen que este dato lleve a la Reserva Federal a frenar su política de bajada de tipos de interés.
La Reserva Federal puso en marcha en enero la bajada de tipos más acelerada desde la recesión de 1990-91. Sólo en el mes de enero el banco central rebajó los interbancarios en un punto porcentual. Y prácticamente todos los economistas dan por segur o que volverá a bajarlos cuando los gobernadores se reúnan el próximo 20 de marzo.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, reiteró hace unos días en el Congreso que la inflación permanece bajo control y que el principal riesgo para la economía estadounidense sigue siendo una desaceleración excesiva del ritmo de crecimiento.
Además explicó que las compañías están recortando su producción a pasos acelerados para hacer frente a la menor demanda y, con ello, reducir su volumen de inventarios. Un proceso de reajuste que, según el banquero central, todavía puede durar unos meses.
Las señales en este campo siguen siendo preocupantes por ahora. El Departamento de Comercio informó ayer que los pedidos a fábricas cayeron un 3,8% durante el mes de enero (tras haber aumentado un 0,6% en diciembre pasado), colocándose al nivel más bajo desde noviembre del año 1999.
Los inventarios acumulados por las empresas crecieron un 0,7%, el mayor aumento desde el pasado mes de octubre, a pesar de las medidas puestas en marcha por las compañías para reducir su nivel de producción.
Reparto desigual
El comportamiento es, sin embargo, muy desigual en distintos sectores. Los pedidos de bienes duraderos cayeron un 6,5% (un 6,3% si se excluye el apartado de defensa), y en el sector de transportes (que incluye la industria aeronáutica) el recorte fue del 23,8%.
Al mismo tiempo, otros sectores industriales empiezan a mostrar algunas señales de mejora. Los pedidos de equipos y maquinaria industrial (un apartado que incluye ordenadores personales) crecieron un 5,3% en enero, tras haber caído un 3,2% durante el pasado mes de diciembre.
Bush ratifica a Ferguson en la Reserva Federal
La Casa Blanca ha confirmado que el presidente George Bush nominará al vicepresidente de la Reserva Federal, Roger Ferguson, para que renueve su mandato. La noticia ha sido recibida por los analistas como una señal de continuismo en el poderoso banco central. Además, ha sido saludada por Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, que ayer alabó "el buen juicio" ejercido por Ferguson en este puesto.
Prorrogando su mandato, Bush reitera que quiere mantener sus buenas relaciones con Greenspan, que apoya plenamente a su vicepresidente.
Roger Ferguson fue nombrado como gobernador de la Reserva Federal en 1997 por Bill Clinton y, dos años después, fue ascendido a vicepresidente del Consejo de Gobernadores. Clinton ya decidió renovar su mandato al final de su legislatura, pero el Senado bloqueó el proceso aduciendo que esta tarea correspondía al futuro presidente.
Bush sigue sin dar pistas, sin embargo, sobre cuáles son sus candidatos para ocupar dos puestos que siguen vacantes en el consejo de gobernadores de la Reserva Federal. Clinton designó para uno de esos puestos a Carol Parry, ex ejecutiva de Chase Manhattan Bank, pero aquel nombramiento también fue bloqueado por el Senado.
Lydia Aguirre Nueva York