Los sindicatos advierten al Gobierno del riesgo de ruptura del diálogo social

Los sindicatos concretarán hoy su estrategia de protesta contra el decreto de reforma laboral impuesto por el Gobierno. Pero previamente, el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, ya advirtió ayer del peligro que corren el resto de las mesas de diálogo aún pendientes, sobre todo, la de la reforma de las pensiones. La mesa sobre negociación colectiva aún no se ha abierto y no se abrirá hasta que no se cierre la de las pensiones, dijo Fidalgo.

Los tiempos felices y fructíferos del diálogo social entre el Gobierno y los agentes sociales han empezado a tambalearse, y aún pueden empeorarse. Esta es la opinión de CC OO y UGT, cuyas ejecutivas se reunieron ayer para analizar la situación tras la imposición por decreto de la reforma laboral. Los secretarios generales de ambas centrales también mantuvieron un encuentro en la tarde de ayer para estudiar la estrategia sindical conjunta con la que reaccionarán a esta imposición.

Pero antes de este encuentro, el máximo responsable de CC OO, José María Fidalgo, ya habló claro, al decir que las tensiones futuras del diálogo social no vendrán por las pretensiones de la CEOE de eliminar la tutela judicial de los despidos o de reformar la negociación colectiva, sino por la postura del Ejecutivo en la mesa de la reforma de las pensiones.

Tras admitir que la actitud del Gobierno en la reforma laboral cambia para peor el escenario en la mesa de la reforma de la protección social, Fidalgo urgió al Ministerio de Trabajo a que "cierre ya la mesa de Seguridad Social, que también lleva ocho meses abierta". Además, aseguró no entender "por qué no se ha llegado a este acuerdo con el Gobierno, a no ser que tenga un documento oculto de Seguridad Social".

Dicho esto, advirtió que una vez quede cerrada esta mesa, en la que admitió que ahora hay más dificultades, "ya veremos si nos interesa o no abrir la de la negociación colectiva".

Pese a esta postura de fuerza mostrada por Fidalgo, el líder de CC OO mantuvo su apuesta por salvar lo que queda del diálogo social "por las buenas o por las malas", si bien descartó la convocatoria de una huelga general. En su opinión un paro de este tipo, "desgastaría" a las centrales, "y no nos vamos a desgastar a pesar de los intentos que hay por desgastar al movimiento sindical".

Críticas sustanciales

Entretanto, el presidente del Gobierno, José María Aznar, quitó ayer importancia a las posiciones de patronal y sindicatos respecto al decreto impuesto, al señalar que la reforma laboral es "muy equilibrada" porque, según dijo, "todavía no se has escuchado ninguna crítica sustancial".

Aznar, que compareció en rueda de prensa con el primer ministro sueco, Göran Persson, animó a los partidos políticos a que hagan las aportaciones que consideran oportunas en el trámite parlamentario de la reforma.

La Ejecutiva de CC OO elaboró ayer un exhaustivo documento comparativo de las modificaciones introducidas por el decreto del Gobierno. En dicho texto se incluyen otras críticas a la reforma, que se suman a las ya escuchadas.

Entre las primeras están eliminar el límite máximo de 21 años para los contratos de formación (con salarios más bajos y sin protección por desempleo) a colectivos demasiado heterogéneos, como los marginados o los inmigrantes. Critican, asimismo, la creación de un nuevo contrato precario para las Administraciones públicas y lamentan que se haya eliminado el requisito de articular las conversiones de temporales en indefinidos a través de la negociación colectiva.

 

Baleares pactará su contrato

fijo discontinuo

El Gobierno balear buscará un acuerdo con sindicatos y patronales para elaborar una regulación de los contratos fijos discontinuos específica para las islas y proponerla después al Gobierno, cuya reforma del mercado de trabajo supone la coexistencia de seis modalidades distintas de esta figura laboral.

Según explicó ayer el director general de Trabajo de Baleares, Fernando Galán, el decreto del Gobierno ahonda en la indefinición del contrato fijo discontinuo y "sigue profundizando en la desigualdad porque los trabajadores que se contratasen a partir de la entrada en vigor de la nueva regulación tienen derechos distintos".

Galán indicó que el año pasado la Consejería de Trabajo trató con el Ejecutivo central la posibilidad de regular la figura del fijo discontinuo de forma específica para el archipiélago, y el Ministerio se comprometió a aceptar un acuerdo consensuado, pero la ruptura del diálogo social y la decisión de modificar el mercado de trabajo por decreto dificultan esta opción. No obstante, Baleares instará a sindicatos y patronales a negociar una normativa para los fijos discontinuos basada en una regulación del llamamiento, la prestación y el cese del trabajo que permita homogeneizar las condiciones.