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INTERNACIONAL

Los mercados respaldan con una fuerte subida al nuevo ministro de Economía argentino

La designación de Ricardo López Murphy como nuevo ministro de Economía de Argentina anticipa una dura política fiscal. De ahí la bienvenida de los inversores, manifestada ayer en la subida de bonos y acciones.

Después de meses de insistentes rumores que le apuntaban como el candidato natural del mercado para reemplazar al desgastado José Luis Machinea, el nuevo ministro de Economía, Ricardo López Murphy, recibió ayer el esperado respaldo del sector financiero y bursátil.

Horas antes de que asumiera su cargo, los títulos de la deuda externa argentina registraban ya una subida extraordinaria del 2%, al 92,01% de su valor de emisión, su mayor ganancia en un día desde el 10 de noviembre. Por su parte, la languideciente Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró un alza del 6% al inicio de la sesión, para caer apenas unas décimas a lo largo de la jornada.

Nadie esperaba este fin de semana otra reacción de los mercados, tras el anuncio de que el máximo exponente del monetarismo y el liberalismo argentino estaba por ingresar al Palacio de Hacienda de Buenos Aires. López Murphy, hasta ayer ministro de Defensa, fue durante muchos años el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Latinoamericanas (Fiel), un influyente centro de estudios financiado por las 200 compañías más grandes de Argentina.

Un ortodoxo a ultranza

Desde ese lugar, se convirtió en el favorito del mercado merced a su rol de crítico a ultranza de cualquier política de debilidad en el plano fiscal. Ardiente partidario de las privatizaciones, del sistema de capitalización de las pensiones y del crecimiento de la educación y la salud privadas, el nuevo ministro es un mimado de la gran banca y la bestia negra de sindicatos y grupos de izquierda.

Apenas conocida su designación, López Murphy dejó claro que conformará su equipo con los ortodoxos economistas de Fiel, que él lideraba hasta hace un año. Y, para que no quedarán dudas de su compromiso con la convertibilidad y con el FMI, afirmó que "el camino más prudente y más sensible es respetar los acuerdos que hemos firmado".

En concreto, fuentes cercanas al ministro confiaron que sus principales objetivos serán: una mayor reducción del gasto público y la eliminación de exenciones impositivas. El eje del enésimo ajuste fiscal de Argentina serán las provincias, las universidades públicas y parte de la Administración del Estado. En este sentido podría ser interpretada una advertencia del economista de Fiel, Abel Viglione, uno de los hombres más cercanos al nuevo ministro, al afirmar que "la sociedad no debe esperar grandes medidas".

Es decir, nada que altere el curso de la política económica establecida en la última década, lo cual no quiere decir que las metas de López Murphy no supongan anuncios que le quiten la respiración a más de uno.

Eso significa mayores recortes al exiguo presupuesto universitario; o menores transferencias a las empobrecidas provincias argentinas o una rebaja de las exenciones al sector privado que podrían llegar a los 5.000 millones de dólares en el actual Presupuesto. Así, López Murphy buscaría evitar una renegociación con el FMI de las metas fiscales del primer trimestre, así como en restaurar la confianza de los inversores y superar el estancamiento.

Sin embargo, la tarea no será fácil. No sólo porque el ex superministro Domingo Cavallo dude en incorporarse como presidente del banco central, lo que restaría un apoyo decisivo en el plano internacional. La clave, en realidad, sigue estando en la economía. Como reconoció Vignone, "hoy hay un problema de confianza de las familias. Algo que ningún ministro puede manejar". La gran pregunta sin responder es, entonces, cómo crecer con consumo y demanda bajo mínimos.

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