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El fiscal pide 41 años de prisión para Manuel Rein por estafa

El fiscal que ha investigado al empresario Manuel Rein por supuestas operaciones bursátiles irregulares pide que se abra juicio oral contra él y otros tres imputados por estafa y apropiación indebida. El fiscal pide 41 años de cárcel para Rein y 37 para dos directivos del banco alemán Westdeutsche Lendesbank, así como una indemnización de 9.400 millones.

El fiscal de Madrid Carlos Ruiz de Alegría, encargado de investigar al empresario Manuel Rein, ha presentado sus conclusiones en las que solicita que se abra juicio oral contra Rein, uno de sus administradores Guillermo García Mora y los ex directivos del banco Westdeutsche Lendesbank (WDL) en España, Karl Otto Börn y José Luis Cuervo.

La acusación pública pide que Rein sea condenado a 41 años de prisión como autor de tres delitos continuados de estafa, otros dos de apropiación indebida y falsedad documental. Para Otto Börn y Cuervo solicita 37 años de cárcel, para cada uno, por los mismos delitos. Finalmente, pide seis años de prisión para García Mora por un delito de estafa en concurso con uno de falsedad.

El fiscal también considera que los acusados Rein, Börn y Cuervo deben indemnizar solidariamente al WDL en la cantidad de 9.400 millones más los intereses legales correspondientes.

Según el relato del ministerio público, Börn y Cuervo "actuaron en connivencia con Manuel Rein y de espaldas a los intereses del banco, cooperando con su intervención a que este acusado obtuviera a costa de la entidad crediticia importantísimas cantidades de dinero, lo que ocasionó un enorme perjuicio económico al banco alemán".

En su escrito el fiscal describe las operaciones presuntamente irregulares:

Bonos y obligaciones. Rein "ejercía el control absoluto" de la entidad gestora Gesmediterráneo y General de Mediación y Bolsa (GMB). A través de estas dos entidades Rein simuló la compra de bonos y obligaciones de Endesa, Huarte, Renfe y Banco Crédito Local para el WDL por valor de 828 millones. Esta cantidad fue desembolsada por el banco alemán sin que ostentara nunca la titularidad de los valores. Así, Rein dispuso "para sus fines y durante meses" del dinero.

Repos. El fiscal afirma que "con el fin de disponer para sus designios financieros de sustanciales remesas de dinero, Rein, en connivencia con Börn y Cuervo, procedió a intermediar a través de GMB en supuestas compras de letras del Tesoro con pacto de recompra". El banco desembolsó 3.600 millones para la compra inexistente de títulos. "Con el mismo designio", según el fiscal, Rein obtuvo otros 1.200 millones.

Transfesa. Gesmidetarráneo adquirió, para dos de los fondos que gestionaba, obligaciones de Transfesa por valor de 425 millones que quedaron depositadas en la CECA y en Bancaja. Meses después, sin conocimiento de la gestora ni de las entidades depositarias, Rein vendió los títulos por 448 millones a una sociedad vinculada a Transfesa (Himafel), sin que los fondos percibieran ningún dinero. Con posterioridad, Rein reintegró con los correspondientes intereses las cantidades de las que dispuso, por lo que los fondos no resultaron perjudicados.

Préstamos. Rein, Börn, Cuervo y Guillermo García Mora, administrador de las sociedades Reagamar y Grupo Múltiple (en las que Rein tenía intereses), consiguieron 650 millones en créditos del WDL que nunca recuperó completamente, dada la insolvencia de las sociedades. Para que la central de Alemania diera luz verde a la concesión de los préstamos, le hicieron creer que las sociedades estaban participadas por Banesto en un 25%. Para ello, falsearon un documento y la firma del director general de Banesto, Javier Abad.

Pagarés. El WDL desembolsó en favor de GMB 3.669 millones por una supuesta compra de pagarés y bonos de entidades públicas que nunca se emitieron.

Tiziano. El WDL acordó tres líneas de tesorería con los bancos Santander, Paribás y Urquijo por importes de 6.000, 1.600 y 1.650 millones de pesetas, respectivamente. Los acusados ocultaron a la central cláusulas por las que los bancos aceptaban la compra de pagarés de Tiziano Trading (sociedad de Rein) a cambio de los depósitos, pero con la facultad de endoso posterior de los pagarés al WDL.

El fiscal concluye que tras una "refinanciación habida con posterioridad a los hechos entre el banco y Rein, dicha entidad crediticia resultó con unos perjuicios aproximados de 9.400 millones, sin que se pueda acreditar la suma en la que participó cada acusado".

 

Una carrera profesional fulgurante que acabó mal

Manuel Rein comenzó su carrera en el departamento internacional del Banco Urquijo a principios de los años ochenta. Después pasó por el Banco Hispano Industrial y participó en la primera colocación de acciones de Repsol en 1989.

Estuvo vinculado a Valenciana de Cementos y trabajó como asesor en su salida de Banesto, así como en la posterior venta al grupo mexicano Cemex.

Rein protagonizó en 1994 el control de Puleva y de Algodonera San Antonio; también tuvo una importante participación en el Grupo Alfaro. Entonces contaba con 36 años y todos le prometían un futuro lleno de éxitos. Pero los problemas no tardaron en llegar. Mantuvo litigios con el ex presidente de Puleva Rafael Pérez Pire, quien le demandó por imcumplimiento de contrato.

Una investigación del Banco de España desvela que las empresas de Rein obtenían recursos del banco Westdeutsche Lendesbank con la garantía de las acciones de Puleva. Luego vinieron la querella de la Fiscalía de Madrid y la investigación de la CNMV.

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