Algunos de estos expertos, que son además escépticos respecto a las posibilidades que tiene RWE para hacerse con el control de Cantábrico, consideran que la empresa alemana lograría mejor sus objetivos estratégicos si opta por otras eléctricas españolas más grandes, como Fenosa o Iberdrola. RWE había afirmado que utilizaría su posición en Cantábrico para reforzar sus inversiones en Europa del Sur y en América Latina, aunque en ese continente la presencia de la firma asturiana es prácticamente inexistente.
Por su parte, Electricidade de Portugal (EDP) prosigue sus negociaciones con Electrabel, que tienen como objetivo lograr el apoyo de la esta empresa belga en su oferta por Hidrocantábrico. Las conversaciones incluyen la posibilidad de que Electrabel se mantenga en el capital, ya que EDP ofrece un precio más bajo que su competidor o competidores.