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Un estudio alerta de los fuertes retrasos acumulados en la introducción del euro

Por estas mismas fechas del próximo año, el euro ya casi habrá reemplazado completamente las monedas nacionales. El reto que supone dar a conocer y distribuir billetes y monedas bien podría acabar causando serios problemas, según resalta un estudio de BNP Paribas.

C. K. / B. M. R. Berlín / Bruselas

Los consumidores y las empresas "no están preparados y se requieren urgentes esfuerzos para asegurar una transición sin traumatismos", afirma Ken Wattret, economista del banco francés BNP Paribas, tras pasar revista a los preparativos en una nota publicada la semana pasada.

Entre los "serios trastornos" que podría causar la puesta en circulación de la moneda única a partir del 1 de enero de 2002 -jornada que ya se está comenzando a conocer como día E- figura un fuerte incremento de las ventas en diciembre seguido de una fuerte contracción en las primeras semanas de enero (al respecto, Wattret recuerda que en 1971, cuando el Reino Unido adoptó el sistema decimal, las ventas al por menor cayeron un 3,5% mensual). Al mismo tiempo, la introducción del euro podría acarrear considerables presiones inflacionistas, si los comerciantes se aprovechan de ella para redondear los precios.

Mucho depende del nivel de preparación previa. Aparte de la producción, el almacenamiento y la distribución de los billetes y las monedas -una delicada operación logística que ya está en marcha en toda la zona euro-, las instituciones europeas se aprestan a redoblar sus esfuerzos de difusión. Así, el Banco Central Europeo (BCE) presentará este jueves una ambiciosa campaña de información ciudadana.

Otro tanto habrá que hacer entre los empresarios. Según los datos de la Comisión Europea publicados el viernes, hoy por hoy sólo el 26% de las pymes se considera lista para la introducción del euro y apenas la mitad utiliza el etiquetado en euros -siempre con referencia a la moneda nacional- y la facturación en la nueva divisa.

Por consiguiente, el uso del euro entre los consumidores no sólo se mantiene muy bajo, sino que incluso se ha producido un retraso respecto a periodos anteriores. Apenas el 1,38% del comercio al por menor se realiza en euros y el valor de las operaciones ha descendido desde un 8,9% del total en el primer trimestre de 2000 hasta un 6,1% en los últimos tres meses de ese año.

Contabilidad

Si las pymes facturan, cobran y abonan en moneda nacional, es lógico, aunque no menos alarmante, que la CE sospeche que "sólo el 3,9% de ellas lleva su contabilidad en esa moneda".

Los datos fiscales de declaración del impuesto sobre el valor añadido (IVA) por Estados miembros confirman los peores presagios. En España, por ejemplo, a comienzos de este año sólo el 1,1% de las declaraciones de devolución de IVA se realizó en la moneda única; esa cifra fue aun más baja (1%) en los albaranes para aduanas.

 

La CE pide que los bancos abran el 1 de enero

En previsión de lo que pueda suceder, Bruselas está intentando convencer a bancos y cajas para abrir sus ventanillas de atención al público el martes 1 de enero de 2002. Las respectivas federaciones, sin embargo, hasta ahora se resisten, y primero quieren consultar con los sindicatos.

A lo que sí se han comprometido representantes de bancos, cajas de ahorros y sistemas electrónicos es a distribuir entre los comerciantes, en la última quincena de diciembre, monedas y billetes sin cargarlos en su cuenta hasta el 1 de enero. Se intenta facilitar así que estos empresarios puedan acogerse a la prealimentación sin necesidad de endeudarse.

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