El Ibex retrocede un 1,81% y acumula ya una pérdida del 4,48% en sólo tres días
El miedo se ha instalado en las Bolsas del mundo por el efecto contagio, una vez más, del mercado tecnológico estadounidense Nasdaq. El Ibex cayó ayer un 1,81% y acumula una pérdida del 4,48% en los tres últimos días. El volumen de negocio en el mercado continuo creció hasta 1.879 millones de euros.
Telefónica y su grupo de empresas, principalmente Terra, junto con los dos grandes bancos nacionales, son determinantes en la evolución última de la Bolsa española. La operadora cayó ayer un 2,02%; Terra, un 7,25%; BSCH, un 2,81%, y BBVA, un 1,91%. Entre los cuatro valores aportaron 137,6 puntos negativos de los 173,30 que perdió el Ibex. Esta secuencia se repite de manera sistemática desde hace cuatro semanas.
Los expertos bursátiles repiten la misma cantinela desde octubre pasado. Revisión a la baja de los beneficios de las empresas; alza del precio del petróleo, con sus implicaciones inflacionistas; enfriamiento del crecimiento económico en Estados Unidos y posible efecto contagio al resto de los países industrializados, y renovadas tensiones en los países emergentes, con la situación en Turquía y Argentina en la picota.
Así, la persistente debilidad del sector tecnológico, unido a un sentimiento de mercado que no mejora, fueron las claves encargadas de teñir de rojo a las plazas europeas. Ámsterdam, Estocolmo y Helsinki cedieron hasta mínimos de finales de 1999. Londres, pese a un ligero avance del 0,51%, continuó en niveles de abril de 2000, mientras París y Milán retrocedieron hasta niveles de hace 13 meses.
Los expertos reconocen que tras la euforia que experimentaron las empresas TMT (tecnología, medios de comunicación y telecos) hasta marzo de 2000, las correcciones eran necesarias. æpermil;stas, sin embargo, parecen no tener fin, y ayer el sector tecnológico del índice Stoxx paneuropeo volvió al mínimo de octubre de 1999. Las telecos, el otro gran responsable del lastre de los mercados, pese a un repunte ayer, continúan posicionadas donde estaban en enero de 1999.
"Técnicamente los indicadores muestran sobreventas", señala Joan Bonet, de Credit Suisse First Boston. Sin embargo, añade que, para que se produzca un repunte, la psicología del mercado deberá cambiar.
"Necesitamos más sorpresas positivas, como los buenos resultados de SAP a principios de enero", señala Udo Becker, de Merck Finck.
Un recorte de tipos de interés anticipado sería otra solución, según Bonet. El buen comportamiento del Nasdaq (+12,3%) en enero se produjo en un mes en el que la Reserva Federal bajó los tipos de interés un punto porcentual. Los últimos indicadores económicos, no obstante, muestran un estancamiento de la economía estadounidense y riesgos de inflación, con lo que el margen de maniobra de la Reserva Federal se reduce, como señala Susa-na García, de Gaesco Bolsa.
"Las noticias positivas no van a venir de las empresas", señala Bonet, quien argumenta que los índices de confianza podrían ser otros encargados de dar sorpresas agradables.
Jusep Prats, de Ahorro Corporación, es tajante en su apuesta por la recuperación de las telecos. En su opinión, pese a las dudas que se ciernen sobre el sector tras el fracaso de la salida a Bolsa de Orange y las revisiones a la baja del riesgo crediticio de KPN, British Telecom, France Télécom y Orange, posee un importante potencial.
Considera que podrán solucionar sus problemas de deuda, aunque no descarta que algunas desaparecerán. Augura movimientos de consolidación en el sector, que servirán para abaratar costes.
El mercado nacional, con leves ganancias
La Bolsa española es la única de las europeas que mantiene saldo positivo desde el comienzo del año, en concreto del 3,39%, con precios de cierre de ayer.
Esta mejora no debe ocultar, sin embargo, que en lo que va de febrero el varapalo es de los que hacen época. A falta de cuatro días hábiles a efectos bursátiles para que concluya el mes, el Ibex acumula un retroceso del 6,89%, ligeramente por debajo de los que registran los mercados más capitalizados de la zona euro.
En los dos primeros meses del año se dan circunstancias muy curiosas. Por ejemplo, que enero fue el mes más alcista de la historia del Ibex y que febrero, por su parte, es el mes más bajista desde que el principal índice del mercado echó a andar, si es que mantiene la situación hasta el cierre del mismo.
Un análisis somero de esta situación resalta el enorme grado de volatilidad que vive la Bolsa española en los últimos meses, en línea con la mayor parte de los mercados del mundo. Algo similar sucede con el mercado tecnológico estadounidense Nasdaq, que subió el 12,3% en enero y pierde cerca del 19% en lo que va de mes.
Hechos como los expuestos ponen cada vez más en duda la teoría de los mercados bursátiles como termómetros de la economía y de las empresas cotizadas.