Los coches usados de importación deben tributar por su valor real
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea instó ayer a los Estados miembros a tener en cuenta el valor real de los coches importados de segunda mano a la hora de gravarlos con impuestos especiales para vehículos de motor.
De este modo se quiere evitar que exista una discriminación fiscal de los coches de segunda mano importados de otros países de la UE y los nacionales, dijo el tribunal.
Los jueces respondieron a tres cuestiones prejudiciales planteadas por el Tribunal Supremo Administrativo de Portugal sobre la interpretación del artículo 90 del Tratado en relación a un litigio entre un ciudadano portugués y la Hacienda pública de este país.
El demandante importó en 1996 un coche de Francia y reclamaba "la devolución del impuesto sobre los automóviles que había pagado con motivo de la importación en Portugal de un automóvil de segunda mano procedente de otro Estado miembro".
En su respuesta a las cuestiones prejudiciales, el Tribunal de Justicia de la UE recuerda que se infringe la legislación comunitaria cuando "el tributo que grava el producto importado y el que grava el producto nacional similar se calculan de modo diferente". Señala, además, que "la reducción del impuesto debe ser directamente proporcional a la pérdida de valor del vehículo".
La Comisión Europea aseguró que la sentencia "beneficia de forma directa a aquellas personas que quieren comprar un vehículo más barato" en otro Estado miembro.