Procono y Supercable, de socios a rivales ante el juez
Procono fue una de las empresas fundadoras de la operadora de cable andaluza Supercable, pero ahora es uno de sus mayores enemigos. Procono, empresa cordobesa, fue una de las pioneras en la emisión de televisión por cable, sector en el que opera desde 1982. Cuando Endesa y varias cajas de ahorros andaluzas fundaron Supercable, en 1998, Procono entró en la sociedad con un 11% del capital, lo que le supuso una aportación de 600 millones de pesetas.
Supercable se hizo con la concesión del cable en seis provincias andaluzas, y las licencias de cable de las televisiones locales se tornaron en provisionales, por lo que Procono, presidida por Antonio Carrillo, aseguraba así su presencia en un sector con grandes expectativas.
Dos años después, y ya liberalizado el sector, Procono obtuvo licencia de operador de telefonía en Córdoba, la solicitó en Málaga y vio el momento de abandonar Supercable y continuar en solitario, ofreciendo telefonía e Internet a través del cable, los mismos servicios que Supercable. Sin embargo ahí comenzaron los conflictos.
Procono, cuya entrada en Supercable preveía una posterior compra de sus activos por parte de esta última empresa, inició las negociaciones para salir de la compañía, pero las dos firmas no lograban ponerse de acuerdo en el valor de ese 11% de participación, lógicamente muy superior a los 600 millones aportados inicialmente por la compañía cordobesa.
En un principio, Supercable valoró las acciones de Procono en 1.000 millones. Pero Procono estimaba que su participación valía ya 8.000 millones. Las cifras estaban tan lejanas que las dos sociedades aceptaron someterse a un lau-do arbitral de la Cámara de Comercio de Sevilla.
Abonar 2.150 millones
El laudo estableció el pasado enero que Supercable debía abonar a Procono 2.150 millones de pesetas, una cantidad más cercana a la fijada por Supercable, aunque el dictamen reconocía que Supercable había incumplido su compromiso de comprar la parte de Procono, como estaba previsto cuando ésta entró en el capital.
No contenta con la cifra dictada en el laudo, Procono interpuso después una querella criminal por estafa contra Supercable por haberse negado a negociar su salida de la empresa, y otra acción civil en la que, tras reducir su valoración inicial, reclamaba 4.000 millones de pesetas por su 11% de Supercable.
Por el Juzgado de Instrucción número 17 de Sevilla desfilaron, entre otros, el presidente de Supercable, Fernando Ledesma -a la sazón director general de Caja San Fernando-, y el director general de la empresa, José Carlos Serrano. Según confirmó ayer un portavoz de Supercable, los directivos de esta empresa adujeron en el juzgado que la demanda de Procono sólo pretendía "conseguir más dinero del establecido en el laudo arbitral".
Sin embargo, Procono estima que el laudo sólo tiene en cuenta, a la hora de la valora-ción, los clientes de Supercable en Córdoba y Málaga, y no los de Sevilla, y por ello estima insuficiente los 2.150 millones. El pasado fin de semana, Procono retiró la demanda económica, a la espera de que termine el proceso penal, informa Europa Press. Supercable tiene unos 60.000 clientes en Andalucía; Procono, unos 35.000 y un plan de inversiones para competir con Supercable, esta vez fuera del juzgado.