Tres bancos de negocio diseñan el modelo para fusionar Terra con TPI
Tres de los principales bancos de negocios a escala mundial están asesorando a Telefónica en la operación que daría lugar a la fusión de sus filiales Terra y TPI. La integración está prevista para el medio plazo, según fuentes cercanas a la negociación, una vez que la compañía editora de las Páginas Amarillas termine su propia reestructuración, que incluye la compra de los negocios de editoriales de las filiales de Telefónica en Latinoamérica.
La fusión entre Terra y TPI está encima de la mesa de Telefónica. Tres bancos de negocios internacionales han coordinado sus fuerzas para impulsar la integración de las dos filiales. Fuentes cercanas a la negociación apuntan que estas tres instituciones podrían ser Merrill Lynch, Morgan Stanley y Goldman Sachs, si bien un portavoz oficial de la primera ha negado estar implicado en el proyecto. Las otras dos entidades bancarias rehusaron confirmar la información.
Los bancos de inversión están muy vigilados por la CNMV en estas operaciones, añaden fuentes de este sector, y se enfrentan a fuertes penalizaciones por cualquier dato que se haga público.
Del mismo modo, la propia Telefónica controla que no haya filtraciones y, de hecho, retiró el mandato que le dio en el mes de diciembre a Lehman Brothers para asesorar la fusión después de que esta noticia se hiciera pública.
El objetivo de los tres bancos de inversión es impulsar una fusión que Telefónica lleva meses pensando. Y hacerlo de una manera que sea bien recibida por el mercado, después de meses de subidas alentadas por las especulaciones sobre la fusión. En la última semana, las implicadas se dispararon en Bolsa dos días, coincidiendo con la reactivación de los rumores.
Telefónica, sin embargo, ha reiterado que ningún órgano de decisión ha debatido la integración de Terra y TPI. Asimismo, asegura que son los bancos de inversión los que remiten a la operadora los informes sobre la fusión, pero que ella no ha encargado ninguno. Así lo repitió el consejero delegado de Telefónica, Fernando Abril Martorell, el pasado miércoles. El alto ejecutivo, sin embargo, dejó la puerta abierta a la integración al asegurar que no haber estudiado la operación "no significa que no vayamos a hacerlo en el futuro, ni que no estemos esperando el momento adecuado".
Este momento, según fuentes cercanas a la operadora, sería después de la junta de accionistas de Telefónica, prevista para abril, y una vez que TPI haya constituido su propia estructura definitiva. La filial de las Páginas Amarillas está pendiente de comprar a sus homólogas en las filiales latinoamericanas de Telefónica en Argentina y Perú.
Con estas adquisiciones, TPI cerraría la integración de todas las actividades de Páginas Amarillas que tiene Telefónica en Latinoamérica. Un factor adicional que podría impulsar la fusión de Terra y TPI es la necesidad que tiene la primera de cumplir con su objetivo de entrar en rentabilidad (en el flujo de caja operativo) en el cuarto trimestre de este año. La caída de la publicidad en Internet y la inestabilidad del sector lo han puesto más complicado, de forma que los números negros que entrarán en la caja tras la integración de TPI se hacen más necesarios.
Otro de los factores que han desbloqueado la fusión entre Terra y TPI y que pueden facilitar el proceso en el inmediato futuro es la resolución del contencioso que mantenían los dos principales directivos de la filial de Internet de Telefónica. Según explican fuentes conocedoras del proceso de enfrentamiento que han mantenido durante los últimos seis meses el presidente de Terra, Joaquim Agut, y el ya ex consejero delegado de Lycos, Bob Davis, este último ejecutivo americano se oponía con todas sus fuerzas a que TPI fuera absorbida por Terra. Las razones de esta oposición provienen de la pugna por el poder en la empresa; Davis consideraba que la fusión con TPI supondría un reforzamiento de "la parte española en la empresa resultante".
Y éste es precisamente uno de los objetivos de la fusión, ya que la compra de TPI (donde Telefónica un 60%) aumentará la participación del ex monopolio en la sociedad resultante tras su integración en Terra. Con una mayor participación, la operadora reforzará su control sobre la filial de Internet y pondrá muy difícil el lanzamiento de una hipotética oferta de compra hostil sobre ella.