Sintel mantiene el despido de 1.201 trabajadores en su plan de futuro
Sintel ve en Telefónica y en el Gobierno piezas claves para resolver una situación insostenible. El nuevo gestor, Carlos Gila, negocia con ambos un plan de viabilidad que parte del mantenimiento del expediente de extinción para 1.201 trabajadores y de una cartera de trabajo de Telefónica por valor de 9.000 millones de pesetas anuales.
La situación de Sintel es dramática. Sus trabajadores llevan sin cobrar siete nóminas "cuyo va-lor asciende a casi un millón de pesetas por empleado", se-gún fuentes sindicales de CC OO. Además, les afecta un expediente que incluye la desaparición de 1.201 puestos de trabajo de los 1.800 que tiene. Lleva en suspensión de pagos desde hace varios meses, cuenta con un pasivo de 30.000 millones de pesetas y tiene una ínfima cartera de pedidos, que le ha ido retirando Telefónica en los últimos años.
Ante esta expectativa, su administrador único, Carlos Gila, firmó un preacuerdo hace dos semanas para comprar la compañía por dos euros, asumir sus deudas y pagar lo que debe a los empleados. El principio de acuerdo de compra por parte de Gila no ha convencido ni a trabajadores ni a sindicatos. Por un lado creen que "carece de credibilidad para negociar con las autoridades" y, por otro, no ven claro que sea el nuevo dueño de la empresa. Gila fue presidente de Coosur y consejero delegado de Azucarero Ebro Agrícolas y se le ha vinculado con Loyola de Palacio.
El objetivo de la nueva gestión es salvar la compañía con sólo el 33% de la plantilla, lo que significa mantener el expediente de extinción a los 1.201 empleados.
El plan de viabilidad incluye, además, la modificación del actual sistema de trabajo y la adaptación de los 600 empleos al nuevo volumen de negocio. Para ello, el nuevo administrador acuerda con Telefónica una cartera de pedidos por un valor de 9.000 millones de pesetas. El acuerdo de Sintel con la compañía telefónica permitiría reabsorber 400 empleos más en el plazo de dos años. Para conseguir la financiación se buscaría un accionista que facilite el pago de los atrasos, la financiación del coste social, producido por la presentación del expediente y cubrir el circulante.
Fuentes sindicales aseguran que para confirmar la propiedad de Gila "conviene esperar a que todos los actuales socios -el grupo controlado por la familia cubana anticastrista Mas Canosa y los minoritarios-aprueben la operación el próximo día 21 de febrero", fecha en la que tendrá lugar la junta de accionistas de Sintel en Miami.
Los antecedentes
Sintel, que fue vendida en 1996 por Telefónica al grupo MasTec, sociedad fundada por el presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Mas Canosa, quien sólo pagó a Telefónica el primer plazo, es decir, 650 millones de pesetas de los 4.900, en que estaba valorada la operación.
A partir de este momento, y a pesar de que Telefónica había prometido contratos por valor de 75.000 millones de pesetas en tres años, Sintel fue a peor. La retirada de la carga de trabajo de Telefónica, que le debe 6.000 millones de pesetas por contratos, es una de las piezas claves para entender la crisis de la compañía, "además de una errática gestión conformada con criterios de pelotazo", se-gún los sindicatos.
Los trabajadores de Sintel han mantenido reuniones con los partidos políticos PSOE y PP para que aceleren la solución al problema que pasa por "exigir a Telefónica una ma-yor carga de trabajo y encontrar un socio industrial que pueda garantizar la viabilidad de la empresa". Acampados en el paseo de la Castellana de Madrid desde hace tres semanas, consideran que Gobierno y Telefónica "son responsables del problema y les exigen una rápida solución para desbloquear el impa-go de sus salarios". Has-ta entonces seguirán en la calle.