'EE UU va a poner ahora a prueba la flexibilidad de su economía'
Desde hace sólo cuatro meses es la embajadora de España en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y ya tiene completamente asumido el cargo. Para ella, Estados Unidos es una referencia, pero se declara firme defensora del modelo económico europeo.
Asegura que mantiene un relativo optimismo sobre la economía de Estados Unidos, pero reconoce que la incertidumbre marca el momento actual y afecta incluso a la posibilidad de que Europa sea capaz de dar el salto cualitativo que necesita para tomar el relevo del liderazgo económico mundial.
Pregunta. ¿Qué margen de confianza otorga la OCDE a Estados Unidos en el contexto actual?
Respuesta. Estamos en un momento de espera y en economía no hay una palabra más terrible que la incertidumbre. La OCDE se mueve en un relativo optimismo, que se ha criticado desde otros ámbitos. La nueva administración tiene margen para que eso no se produzca. Se están tomando medidas en tipos de interés, acompañadas por un anuncio de reforma fiscal, para que en un plazo de seis meses o un año haya una reactivación de la economía y evite una recesión larga, que sería lo peor.
P. Entonces, las perspectivas no son tan optimistas...
R. Lo que se va a poner a prueba ahora es la flexibilidad de la economía nortea-mericana, que es una referencia. Ver si efectivamente la fórmula de las nuevas tecnologías ha supuesto un cambio estructural comparable a las revoluciones industriales y les permite adaptarse rápidamente a la caída de la demanda. Si tienes que producir grandes ajustes, entras en recesión.
P. ¿Cómo afectará eso a Europa y a Japón?
R. A Japón le ha pasado de todo, pero no le pasa nada. Sorprendentemente, está siendo neutral al funcionamiento de la economía mundial. Europa es la única en condiciones de mantener la economía mundial a tono. Con un 70% de comercio intracomunitario, la influencia del resto del comercio mundial sobre Europa es relativo. En el actual escenario puede moverse en un crecimiento moderado entre el 2% y 3%, a lo mejor más cerca del 2%.
P. ¿Suficiente para tomar el relevo de Estados Unidos?
R. Europa tiene ahora una solidez muy superior a la que tenía hace cinco o seis años y tiene elementos muy importantes sobre la mesa, como la entrada física del euro, la aplicación de las nuevas tecnologías y cosechar los resultados de las reformas estructurales. Las condiciones están ahí, pero Europa tiene que seguir haciendo cosas.
P. ¿Por qué no se produce entonces ese salto?
R. Europa debe dar el salto de incorporarse realmente a la nueva economía. De ahí la importancia de las conclusiones de la cumbre de Lisboa para que Europa sea capaz de engancharse a toda una mejora de productividad y, por tanto, de crecimiento.
La ventaja que tiene Europa es que está haciendo ahora el recorrido que ya ha hecho Estados Unidos y debe servir de referencia para no andar un camino que tenga que desandar más tarde.
P. Después de años predicando las bondades del equilibrio presupuestario, ¿es ahora el modelo Bush, con sus bajadas masivas de impuestos, el ejemplo a seguir?
R. No se ha hecho un debate profundo sobre el equilibrio presupuestario y se trata de un principio de política económica que permite tener saneada la base de acción del Gobierno a largo plazo. Dicho esto hay diferencias entre Europa y Es tados Unidos. Europa aún debe hacer inversiones en infraestructuras en las redes transeuropeas para una integración efectiva, en nuevas tecnologías y reformas estructurales que impulsen la productividad.
P. ¿Y los impuestos?
R. En el futuro las políticas económicas van a estar marcadas por una revisión constante de la fiscalidad. La economía y la sociedad se transforman muy rápidamente y la fiscalidad tiene que estar ahí para obtener la recaudación suficiente y no entorpecer el desarrollo económico. Va a haber una política fiscal activa siempre.
P. ¿Qué asignaturas tiene pendientes el modelo económico actual?
R. Tenemos encima de la mesa la sanidad, el envejecimiento de la población, la inmigración y cómo gestionar un presupuesto que atienda a esas necesidades con reformas fiscales que, al mismo tiempo, estimulen la actividad y el crecimiento. El modelo económico debe dar soluciones a esos problemas.
Una apretada agenda para los próximos meses
Los próximos meses se presentan atareados en la OCDE:
Febrero: A finales de mes, primer examen a la Unión Europea.
Marzo: Reunión sobre el envejecimiento de la población (objetivo prioritario de la Presidencia española de la UE). Examen a Japón y Estados Unidos.
Abril: Ministerial de Educación sobre las tecnologías de la información aplicadas a la formación continua. Comité de Ayuda al Desarrollo.
Mayo: Publicación de las previsiones de primavera y examen de España. Ministerial conjunta de Economía y Medio Ambiente sobre programas de desarrollo sostenido y viable. Reunión sobre políticas macroeconómicas y reformas estructurales (específica sobre envejecimiento poblacional).
Junio: Lista definitiva de los paraísos fiscales.
Colaborar en el salto de España al G-7
Elena Pisonero defiende la profunda transformación de España en los últimos años. No en vano ha trabajado codo a codo con el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, desde los tiempos de la oposición.
Su planteamiento: colaborar en definir una política internacional que mejore 'en lo que se pueda' la posición de España en el exterior. No sólo, 'que por supuesto', su pertenencia a los más importantes grupos de poder, como el G-7 y el G-10, sino con el objetivo de participar en el diseño de las decisiones que nos afectan concretamente.
Asegura que se le ha pedido 'directamente' que ejerza la representación para mover iniciativas en el ámbito latinoamericano y, de momento, trabaja para poner en marcha un programa que analice las economías del Mercosur, principalmente los sistemas financieros.