Continúan las protestas en Sintel mientras se negocia su plan de futuro
Los trabajadores de Sintel volvieron ayer a la calle en defensa del empleo y del pago de seis nóminas que la compañía, vendida por Telefónica a la familia Mas Canosa en 1996, debe a los 1.800 trabajadores.
La manifestación, a la que acudieron cerca de 20.000 personas, se engloba dentro de las movilizaciones que los trabajadores vienen realizando desde el pasado 25 de enero. Entonces, iniciaron una acampada frente al Ministerio de Ciencia y Tecnología para exigir, además, la retirada de un expediente de extinción para 1.201 trabajadores, el levantamiento de la suspensión de pagos establecido desde junio pasado y la aclaración de la propiedad de la empresa. En este sentido, piden que la compañía les informe de lo que negocian Carlos Gila, administrador único de la empresa y nuevo propietario de la misma desde la pasada semana, con Telefónica y el Gobierno.
José Luis Rodríguez Zapatero expresó su solidaridad con los trabajadores y su compromiso para intentar buscar una rápida solución a las deudas de la compañía, durante una reunión mantenida ayer entre dirigentes del PSOE, sindicatos (CC OO y UGT) y trabajadores. El Partido Socialista solicita que tanto Gobierno como Telefónica asuman su responsabilidad y actúen en el conflicto, según su dirigente Antonio Cuevas. El PSOE solicitará una reunión con el presidente de Telefónica, César Alierta, para hablar sobre el futuro de Sintel y una comparecencia de los ministros de Trabajo y Ciencia y Tecnología en el Congreso.