Las cajas ganan un 10,6% más tras dotar 100.000 millones al fondo de insolvencia
Las cajas de ahorros cerraron 2000 con un beneficio de 630.000 millones, un 10,6% más. A pesar de este crecimiento, ocho redujeron sus resultados y una, Carlet, tuvo pérdidas. Además, 26 de las 47 cajas existentes recortaron su margen de explotación. El fondo de insolvencia les restó de sus beneficios 100.000 millones.
Las cajas de ahorros (a nivel consolidado en su mayoría) cerraron el ejercicio 2000 con un beneficio atribuido de 630.000 millones, el 10,6% más que un año. Este resultado es ligeramente superior al registrado por estas mismas entidades a nivel individual y que ascendió a 559.083 millones, con un aumento del 11,8%.
De las 47 cajas existentes en la actualidad, nueve (sin incluir la CECA) han visto rebajados sus resultados respecto al año anterior (Caja Duero, Navarra, Sa Nostra, Extremadura, Sabadell, Badajoz, Guadalajara, Ontiyent y Carlet). De ellas, una, Carlet, presentó el año pasado pérdidas por 62 millones de pesetas, algo poco habitual en el sector.
Remuneración del pasivo
La excesiva concentración de riesgos es lo que ha llevado a esta caja, la más pequeña de España, a presentar números rojos. Una salida que se ha buscado a esta caja es su absorción por Bancaja, entidad que ayer mismo aprobó esta operación.
Los mayores gastos de explotación (que a nivel agregado, sólo matrices crecieron un 7,5%, por la expansión de estas entidades), el peor comportamiento de la partida de operaciones financieras, que ha aportado menores beneficios que un año antes, y el mayor coste para estas entidades del pasivo.
De hecho, las cajas explican que debido a su negocio, la subida de los tipos de interés producida el pasado año frente a 1999 se ha traducido en una mayor remuneración de los depósitos y una menor repercusión en el activo. Esta política ha influido en el margen de intermediación, que a pesar de crecer en general, sí ha sido menor en varias cajas respecto a un año antes.
æpermil;stas han sido las causas por las que 26 de las 47 cajas registraran una disminución de su margen de explotación en 2000. A septiembre eran 18 las entidades que habían sufrido un recorte en este margen.
Por ello, ha sido la parte de abajo de la cuenta de resultados la que ha permitido a varias cajas recuperar resultados, y eso a pesar de que estas entidades destinaron el pasado año casi 100.000 millones más a provisiones sólo por efecto de la entrada en vigor el 1 de julio del fondo de cobertura estadístico de insolvencias (Foncei).
Para los bancos (sólo matrices) el Foncei les ha restado de sus resultados 70.000 millones, cifra que pasará a ser unos 140.000 millones en 2001, según anunció el presidente de la AEB, José Luis Leal.
Las cajas cerraron el ejercicio con una cartera crediticia de 42,2 billones de pesetas, un 19,5% más que un año antes. Este porcentaje es el más elevado de los últimos 10 años y está muy por encima del de la banca, que en 2000 prefirió en el último semestre frenar su expansión crediticia, sobre todo de la gran banca. Esta política ha llevado a las cajas a ganar cuota de mercado en este segmento del negocio, donde ya destacaban desde hace años.
A pesar de ello, su tasa de morosidad ha sido la más baja de la historia, al alcanzar el 0,97%, con una cobertura del 167%.
Esta expansión crediticia, no obstante, ha dado algún que otro susto a alguna caja, lo mismo que su posición en los mercados bursátiles, sobre todo a las pequeñas.
En cuanto a los depósitos de ahorro, estas entidades también han arañado cuota de mercado a los bancos, aunque en menor medida que en los créditos. Así, al cierre de 2000, y según datos de la CECA, las 47 cajas con sus filiales sumaron unos depósitos de 40,8 billones, el 11,7% más. La tercera parte de los beneficios de las cajas han sido obtenidos entre La Caixa y Caja Madrid, al sumar entre ambas casi 219.000 millones.
Leal adelantó la semana pasada algunos datos de la cuenta de resultados de los bancos, como el crecimiento del 25% del beneficio bruto.
Este llamativo aumento se basa en el gran crecimiento de los resultados por operaciones financieras, posición contraria a la que ha ocurrido en las cajas. Sin estas operaciones financieras el beneficio hubiera sido de tan sólo el 6,5%.